sábado, 4 de mayo de 2019

Leyendo... Hechos capítulo 24



LECTURA DIARIA:
Hechos capítulo 24

Ananías, el sumo sacerdote; Tértulo, el orador; y varios líderes judíos. Viajaron noventa y cinco kilómetros desde Jerusalén a Cesarea, el centro del gobierno romano, para presentar su falsa acusación en contra de Pablo. Su plan de asesinarlo falló, pero seguían persistiendo en querer matarlo.

A Tértulo lo escogieron como orador principal para presentar el caso delante del gobernador romano. Hizo tres acusaciones en contra de Pablo: (1) que era una plaga y promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo; (2) que era el cabecilla de una secta religiosa no reconocida, que estaba en contra de la ley romana; y (3) que intentó profanar el templo. Los líderes religiosos esperaban que estas acusaciones persuadieran a Félix para ejecutar a Pablo y así mantener la paz en Palestina.
La acusación de que Pablo era una plaga era un insulto para él, se trataba de algo demasiado vago como para tomarse como una acusación legal. La secta de los nazarenos se refería a los cristianos, llamado así después que Jesús dejó de residir en Nazaret.
 Tértulo y los líderes religiosos aparentaban tener un argumento sólido en contra de Pablo, pero este refutó su acusación punto por punto. Pablo también pudo presentar el mensaje del evangelio a través de su defensa. Los acusadores fueron incapaces de presentar evidencias específicas que sustentaran sus acusaciones generales. Por ejemplo, a Pablo lo acusaron de causar problemas entre los judíos en la provincia de Asia, pero estos no estaban presentes para confirmarlo.
Hacía seis años que Félix era gobernador y sin duda tenía información acerca de los cristianos (los del Camino), un asunto de conversación entre los líderes romanos. La forma de vida pacífica de los cristianos mostraba a los romanos que los cristianos no iban por el mundo procurando armar desórdenes.  
La conversación de Pablo con Félix llegó a ser tan personal que este último se sintió convencido. Félix, como Herodes Antipas, tomó la mujer de otro hombre. Las palabras de Pablo fueron interesantes hasta que enfocaron el tema "de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero".
Félix fue destituido y enviado a Roma. Porcio Festo asumió el cargo de gobernador a finales de 59 ó principios del 60. Fue más justo que Félix, quien mantuvo a Pablo en prisión por dos años, por un lado, con la esperanza de que este intentara sobornarlo, por otro lado, quería mantener a los judíos contentos al dejar a Pablo en la cárcel. Cuando Porcio Festo asumió su cargo, ordenó de inmediato reiniciar el juicio contra Pablo. Los judíos eran mayoría y los líderes políticos querían darles una prórroga a fin de mantener la paz. Al parecer, Pablo originaba problemas en contra de los judíos por donde iba. Al dejarlo en prisión, Félix dejó su cargo en buenas relaciones con los judíos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario