miércoles, 29 de mayo de 2019

Leyendo... 1 de Corintios capítulo 3



LECTURA DIARIA:
1 de Corintios capítulo 3

Pablo llama a los corintios niños en la vida cristiana, porque aún no eran espiritualmente saludables y maduros.
La prueba era que se peleaban como niños, permitiendo que las divisiones los distrajeran. Los cristianos inmaduros son "carnales", controlados por sus propios deseos; los creyentes maduros están a tono con los deseos de Dios.
Pablo plantó la semilla del mensaje del evangelio en los corazones de las personas, trajo el mensaje de salvación. El papel de Apolos fue regar: ayudar a los creyentes a crecer más fuertes en la fe. Pablo fundó la iglesia en Corinto y Apolos la construyó sobre dicho fundamento.
Los creyentes en Corinto se habían divido en grupos, ofreciendo lealtad a diferentes maestros. La obra de Dios involucra a muchos individuos con una variedad de dones y habilidades.
El fundamento de la Iglesia, de todos los creyentes, es Jesucristo, y este es el fundamento que Pablo estableció (al predicar a Cristo) cuando empezó la iglesia en Corinto. Cualquiera que edifica la iglesia, maestros, predicadores,  y otros debe construir con materiales de alta calidad (sana doctrina y testimonio Pablo no está criticando a Apolos, sino desafiando a los futuros líderes de la iglesia a tener una predicación, así como una enseñanza, sana y sólida.
La iglesia en Corinto estaba construida con "madera, heno y hojarasca", con miembros que eran inmaduros, insensibles a los demás, y receptivos a las doctrinas erróneas. Un edificio será sólido tanto como lo sea su fundamento. El fundamento de nuestras vidas es Jesucristo, Él es nuestra base, nuestra razón de ser. Cada cosa que somos y hacemos debe encajar en el molde que se ha dado por medio de Cristo.
Dos maneras seguras de destruir un edificio son: dañar el fundamento o construir con material de mala calidad. La iglesia debe ser edificada sobre Cristo, no sobre alguna persona o principio. El evaluará la contribución de cada ministro a la vida de la iglesia y el día del juicio revelará la sinceridad de la obra de cada persona. Dios determinará si una persona fue o no fiel a las instrucciones de Jesús. El buen trabajo será recompensado, el trabajo infiel o inferior será descartado. El que edifica "será salvo, aunque así como por fuego" significa que el trabajador infiel será salvo, pero como alguien que escapa de un edificio en llamas. Todas sus posesiones (logros) se perderán.
Así como nuestro cuerpo es "templo del Espíritu Santo", la iglesia local o la comunidad cristiana es el templo de Dios. Así como el templo de los judíos en Jerusalén no debía ser destruido, de igual manera la iglesia no debía ser estropeada y arruinada por las divisiones, controversias u otros pecados cuando los miembros se reunían para adorar a Dios.
Pablo no dice que los corintios debían despreciar la búsqueda del conocimiento, sino que les advierte que deben escoger la sabiduría de lo alto que es de mucho más valor, aunque sea considerado necio por el mundo. Los corintios estaban empleando la llamada sabiduría de este mundo para evaluar a sus líderes y maestros. Su orgullo hizo que dieran mayor valor a la presentación del mensaje que a su contenido.
Pablo dice que tanto la vida como la muerte son nuestras. Mientras los incrédulos son víctimas de la vida, arrastrados por su corriente y preguntándose si hay sentido en ella, los creyentes usan la vida bien porque comprenden su verdadero propósito. Los incrédulos sólo pueden temer a la muerte. Para los creyentes, sin embargo, la muerte no es motivo de temor porque Cristo la ha derrotado. La muerte es sólo el comienzo de la vida eterna con Dios.

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