jueves, 27 de diciembre de 2018

Un momento... VIVIENDO UN DÍA A LA VEZ



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
VIVIENDO UN DÍA A LA VEZ

Estamos recorriendo los últimos días de este año 2018 y es bueno hacer un balance de lo que hemos hecho, los logros nos ayudan a seguir adelante, pero también tener en cuenta aquellas cosas que no fueron buenas o debemos cambiar nos sirven para mejorar y no repetirlas en el año entrante.

Jesús enseñó a sus discípulos: “Por tanto os digo: no os afanéis por vuestra vida, que comeréis; ni por el cuerpo, que vestiréis”. (Lucas 12.22).
El hombre hoy en día tiende a vivir de una manera acelerada y desesperada por alcanzar ciertos logros o metas, con el único propósito de vivir bien en lo material, dejando de lado por completo lo espiritual, ya que para muchos lo espiritual de nada sirve en el contexto del día a día.
Los afanes en la humanidad solamente lo llevan por caminos de desesperación, angustias, depresiones, y en algunos casos pueden llegar a provocar la muerte. Por esto Jesús les advertía a su discípulos que no se afanaran por lo que habrían de tener o comer al siguiente día, puesto que cada día trae sus propias preocupaciones o bien sus propios logros.
Vivir la vida en un ambiente de paz, de esperanza, de fe, es en verdad aprender a vivir.
La vida que DIOS nos ha regalado es un don que no podemos ni debemos desperdiciar.
En vez de angustiarnos, tomemos las cosas con sabiduría; en vez desesperarnos tomemos las cosas con calma; en vez de deprimirnos porque lo que creíamos era un triunfo se convirtió en un fracaso, mejor pensemos que ese fracaso quizás es la única forma que DIOS tiene para enseñarnos a levantarnos con mayor fuerza y buscar la victoria.
Disfrutemos de toda la belleza que nos rodea, veamos todo con optimismo, seamos propositivo, alejemos de nosotros el mal humor y sonriamos con todos y por todo.
Una cara sonriente, es el reflejo de una persona que desborda hacia el exterior toda la felicidad y el gozo que hay en su interior.
 Una sonrisa, una simple sonrisa puede transformar al mundo y nosotros como parte de este mundo podemos con nuestros proyectos, sueños, esperanza, en fin de muchas cosas, podemos ayudar a cambiar a muchos.
Jesús dijo “Todo aquel que no sea como un niño, ese no entrará en el Reino de los cielos”
¿Qué quiso decir con esto?
Muy simple que actuemos, pensemos, hablemos y nos comportemos como los hacen los niños, es decir, viviendo y disfrutando su momento, ya que para él no importa el mañana, en él no hay preocupación alguna, ni tampoco le corre prisa porque se acabe este día ¡¡NO!!
En la mente del niño solamente está el disfrutar y punto; él no se preocupa por su ropa, su comida, sus gastos o sus útiles escolares, no, porque sabe que de eso se encargará su padre.
Tenemos un Padre celestial que nos ama y se ocupa de cada uno de nosotros y antes de que le pidamos, Él ya sabe lo que necesitamos. ¡Qué maravilloso!
Pues bien así debemos hacer nosotros, confiar en nuestro amado Padre Celestial, ya que Él dejo una promesa en Filipenses 4.19. “Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús”.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario