jueves, 6 de diciembre de 2018

Un momento... ¡LA VICTORIA VENCE SIEMPRE!



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡LA VICTORIA VENCE SIEMPRE!

Juan 4. 14 dice: “Más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”.

¡Cuán preciosas son estas palabras!
No se refiere a un tipo de cristiano en particular. No dice que sólo aquellos que han recibido una gracia especial del Señor pueden tener un manantial de agua que salte para vida eterna. El Señor dijo esto a la mujer samaritana, una mujer a quien El no conocía. Le dijo que si ella creía, recibiría agua de vida. Esta agua sería en ella un manantial que salte para vida eterna.
¿Qué significa tener sed? Si uno tiene sed, significa que no está satisfecho. Aquellos que beben del agua que el Señor les da no tendrán sed jamás.
Un cristiano es alguien que no sólo está conforme sino que siempre está satisfecho.
No es suficiente que el cristiano se conforme, pues lo que DIOS nos da, nos satisface eternamente.
Lo que Él nos da es una clase de vida; sin embargo, lo que nosotros a veces experimentamos es diferente. El Señor nos dice que Él es todo lo que necesitamos, pero nosotros decimos que Él no es suficiente muchas veces. Nosotros necesitamos otras cosas para poder ser satisfechos, pero Él dice que con El basta.
¿Es errado lo que recibimos del Señor o es nuestra experiencia la que está mal? Uno de los dos debe de estar equivocado. No es posible que el Señor nos gire un cheque sin fondos. Lo que El promete, ciertamente lo dará.
La pregunta, es: ¿Estamos satisfechos únicamente con el Señor? ¿Estamos satisfechos con el Señor Jesús solamente? Si no lo estamos, esto indica que algo anda mal en nuestro vivir.
Juan 7. 37 - 38 dice: “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”.
¿Del interior de quienes correrán ríos de agua viva? No correrán solamente de los cristianos especiales o de los apóstoles Pablo, Pedro y Juan, sino de todos los que creen, de hombres comunes como nosotros. Es del interior de hombres como nosotros que correrán ríos de agua viva.
El Señor dijo que quien cree en El, de su interior correrían ríos de agua viva. Esta debe ser una experiencia común a todos los cristianos.
Todo el que ha creído en Jesús y llega a ser cristiano, ha muerto al pecado. Nadie que haya creído en el Señor y llegue a ser cristiano debe seguir viviendo en el pecado.
Romanos 6. 4 dice: “Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”.
Este debe ser el vivir diario de cada cristiano.
La vida cristiana no es una vida que vence algunas veces y otras es derrotada; no es una vida que vence en la mañana y es derrotada en la tarde.
La vida cristiana vence constantemente. Si hoy nos encontramos frente a una tentación y la vencemos, no debemos emocionarnos tanto que no podamos dormir en la noche. La experiencia de no vencer debería ser lo anormal. Vencer debe ser común y frecuente.
La victoria del Señor aplasta por completo el pecado.
¡Aleluya, el pecado está bajo los pies del Señor! Todos los que no hayan experimentado una comunión continua con el Señor ni hayan experimentado el poder que aplasta el pecado, necesitan vencer.
Dios les bendiga abundantemente.

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