jueves, 20 de diciembre de 2018

Leyendo... Zacarías capítulo 3



LECTURA DIARIA:
Zacarías capítulo 3

El mismo Jehová, no el mensajero angelical, le muestra a Zacarías esta visión.
Ello hace de la cuarta visión algo único. La esencia de su mensaje apunta hacia la limpieza del sacerdocio y de la tierra. Había impureza religiosa y moral entre los exiliados que recientemente habían regresado. Esdras se refirió a este mismo tema.
Josué fue el sumo sacerdote cuando el remanente volvió a Jerusalén y comenzó a reconstruir el muro.
Satanás formaba parte del tribunal celestial, hablando directamente a Dios como si fuera un fiscal.
Satanás acusó a Josué, quien representaba la nación de Israel. Las acusaciones fueron precisas: Josué llevaba vestiduras viles (pecados). Aun así, Dios reveló su misericordia declarando que El decidió salvar a su pueblo a pesar del pecado.
La visión de Zacarías ilustra la forma en que obtenemos la misericordia de Dios. No tenemos que hacer nada. Dios toma la iniciativa para quitarnos las vestiduras viles (pecados) y nos ofrece ropas nuevas y limpias (la justicia y la santidad de Dios. Debemos arrepentirnos y pedir perdón a Dios.
El nombre griego de Josué es Jesús: «Jehová salva». Este Josué no debe confundirse con el guerrero del libro de Josué. Sin embargo, tanto el Josué guerrero como el sumo sacerdote, se han visto como símbolos de Jesús, el Mesías.
No hubo sacerdocio durante el cautiverio y, por lo tanto, tuvo que restaurarse cuando regresaron a la tierra natal. En esta visión, se ordena a Josué como sumo sacerdote. Uno de los deberes de un sumo sacerdote era el de ofrecer sacrificio en el Día de Expiación para limpiar todos los pecados del pueblo. El sacerdote era el mediador entre Dios y la nación. Por lo tanto, representaba al Mesías que habría de venir, quien cambiaría por completo el orden del trato de Dios con el pecado de su pueblo. Jesús, el Mesías, era el Sumo Sacerdote que ofreció, de una vez y por todas, su vida como sacrificio para borrar los pecados. En este nuevo orden, cada cristiano es un sacerdote que ofrece una vida limpia y pura a Dios
La limpieza de Josué simboliza la limpieza del pueblo de Dios de sus pecados; ella tiene lugar por medio del siervo el Renuevo de Dios, definitivamente un tipo de Cristo. Cuando Cristo vino por primera vez para limpiar al Israel histórico, éste desconoció su verdadera identidad. En su Segunda Venida lo recibirá como su Mesías. Mientras tanto, Jesucristo limpia a su Israel espiritual, la Iglesia.
El «Renuevo» se refiere al Mesías.
Estos versículos Jesucristo los cumplió cientos de años después, a quien también se le llamó el fundamento. Dios dijo: «Quitaré los pecados de la tierra en un solo día» y esto se cumplió en Cristo cuando «padeció una vez por los pecados para llevarnos a Dios».
Dios promete que cada persona tendrá su propio lugar seguro durante el reinado de Cristo. Este es un símbolo de paz y prosperidad.

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