sábado, 29 de diciembre de 2018

Leyendo... Zacarías capítulo 12



LECTURA DIARIA:
Zacarías capítulo 12

Este pasaje describe el juicio de Dios contra las naciones que atacan a Jerusalén.
Tanto Jerusalén como Israel representan a todo el pueblo de Dios; todos los pueblos de alrededor son enemigos físicos y espirituales de su pueblo. Dios juzga (heriré) de muchas maneras, como se ejemplifica en la totalidad de la historia bíblica. El Armagedón puede que constituya la mayor manifestación y el clímax del juicio divino.
El versículo 3 habla de una gran batalla futura en contra de Jerusalén. Algunos dicen que es el Armagedón, la última gran batalla en la tierra. Los que van en contra del pueblo de Dios no prevalecerán para siempre. Algún día se abolirá de una vez y para siempre el mal, el sufrimiento y la opresión.
Así como el agua corre colina abajo, la influencia de una ciudad por lo general corre hacia sus alrededores. Pero esta vez, el resto de Judá tendría prioridad sobre Jerusalén para que así el pueblo de Jerusalén no se ensoberbeciera.
El derramamiento del espíritu de gracia y de oración (súplica) trae consigo persuasión y arrepentimiento. Tanto «gracia» como «súplica» proceden de la misma raíz hebrea, que significa «ser amable con alguien». El Espíritu Santo pone fin a cualquier hostilidad hacia el Mesías, haciendo que los moradores de Jerusalén se muestren receptivos hacia él.
Los últimos versículos muestran la gran aflicción futura del pueblo escogido por haber traspasado al mismo Dios (mirarán a mí , a quien traspasaron). La alusión a Isaías 53 es obvia; se refiere a un suceso futuro en la vida del Mesías y coincide con muchas de las cosas que dice Ezequiel 36. Juan aplica este pasaje directamente a Jesucristo en el momento de su crucifixión.
Al final, toda la gente se dará cuenta de que Jesús, el hombre al que traspasaron y murió, era en verdad el Mesías. Habrá un despertar y un avivamiento. El Mesías crucificado se revelará claramente.

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