miércoles, 19 de diciembre de 2018

Leyendo... Zacarías capítulo 2



 LECTURA DIARIA:

Zacarías capítulo 2


El varón con el cordel de medir simboliza la esperanza de reconstruir a Jerusalén y restaurar su pueblo. El varón mediría y marcaría los límites para los cimientos.

La visión de un varón que sale para medir a Jerusalén es una visión de restauración. El varón tiene como tarea tomar las medidas para reiniciar la reconstrucción.
El ángel que habla con Zacarías es interceptado por otro ángel, quien ordena al primero hablarle al joven que iba a medir Jerusalén. El mensaje de este último ángel tiene una importancia capital: Jerusalén sería habitada sin muros. La población había crecido y el ganado también era mucho; no se podían reconstruir los muros antiguos porque la ciudad necesitaba de límites mayores.

Muchos de los israelitas cautivos no volvieron a Jerusalén pues prefirieron permanecer en la seguridad y la riqueza adquiridas en Babilonia. Sin embargo, Zacarías les instruyó a salir pronto de Babilonia. Esta era una advertencia urgente porque Babilonia sería destruida y debido a su cultura decadente el pueblo se olvidaría de sus prioridades espirituales. Una gran mayoría de los israelitas rechazó estas advertencias y permaneció en Babilonia.
En el versículo 8 hay una referencia al Mesías enviado por Dios como el Señor de la gloria. Tocar la niña de su ojo significa meter un dedo en la pupila. Cualquiera que acose al pueblo escogido está cometiendo un asalto blasfemo contra el propio Dios.
Los creyentes son preciosos para Dios, son sus hijos.
Dios promete vivir en medio de su pueblo y dice que muchas naciones le conocerán.
Dios no olvidó lo que prometió a Abraham: “Serán benditas en ti todas las familias de la tierra”. A Abraham, padre de la nación israelita, se le prometió que sus descendientes bendecirían al mundo entero. Debido a la venida de Jesús, el Mesías, se cumple esta promesa: personas de todas las naciones van a Dios por medio de Él.

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