martes, 10 de julio de 2018

Un momento... LA VERACIDAD DE LA PROFECÍA



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA VERACIDAD DE LA PROFECÍA

En la actualidad han surgido un montón de profecías sobre los últimos tiempos y los hechos que están sucediendo en diferentes lugares. La mayoría de ellas, por no decir todas, pasan sin ser tenidas en cuenta porque no suceden, por lo tanto no se comprueban.

El apóstol Juan cierra el telón de la revelación divina con palabras que se convierten en el final de Apocalipsis y de toda la Biblia.   El fin de la profecía ha llegado y con ello la bendición de haber aprendido un poco más sobre la historia de la humanidad y su fin.  Juan está dispuesto a concluir la revelación de toda la profecía.  En esta conclusión, Juan desea enfatizar tres aspectos importantes en el capítulo 22 de Apocalipsis: la autenticidad de las profecías (v. 6-11, 16-17,19), la inminente venida de Cristo que viene a confirmar la profecía (v. 10-17) y la necesidad de vivir en santidad ante la consumación amenazante (v.18-21).
En primer lugar vemos la mención de la palabra ángel.  “Ha enviado a su ángel” (v.6) “para mostrar la profecía”.  El ángel dice, “no lo hagas, soy consiervo tuyo” (v.9).  Así que, éste ángel ha sido enviado por Dios. 
Por otro lado, Juan parece que cometió el mismo error en el  (19.10) y ahora en el (22.8). ¿Por qué adorar por segunda vez a un  ángel cuando el primero le dijo que no lo hiciera porque era incorrecto?  Se sugiere que en la primera vez lo hizo y el ángel le explicó que era incorrecta esta acción.  En la segunda vez, Juan se postra ante los pies del ángel para adorar a DIOS. Ni aún así se lo permite el ángel. 
Juan no puede ver a DIOS solo ve su gloria.  La enseñanza central es que ningún ser humano, figura de hombre, estatua o seres angélicos deben ser adorados por el hombre, ni aun  indirectamente (Éxodo 20.1-5).
Podemos leer  Apocalipsis 19.9, 21:5 y 22.6 para remarcar este principio.  Estos pasajes dan suficiente razón para decir que esta profecía tiene autoridad divina y es digna de ser guardada. Todo aquél que guarde u obedezca esta palabra después de creerla no solo tendrá salvación sino también satisfacción, bendición y santificación.
Es auténtica porque el ángel afirma que DIOS lo envió a mostrar esta profecía.  Es auténtica porque Jesús mismo dice: “Yo he enviado a mí ángel para dar testimonio de estas cosas a las iglesias” (v.16).  Es auténtica  porque en ella hay promesa de salvación, felicidad y bendición para el que cree, recibe y guarda tales profecías (v.17).  Es auténtica porque hay castigo de DIOS para quien se atreva a quitar o aumentar su contenido (v.19).  Quien haga lo último, se las verá con DIOS mismo.
Esta palabra profética es auténtica porque viene de la boca de DIOS, Él es el creador de ella (2 Timoteo 3.16; 2 Pedro 1.21). 
Esta profecía fue dicha por un profeta, varón de DIOS llamado Juan y cuando llega al corazón del hombre, ésta transforma y nos vuelve a DIOS. 
Lo maravilloso  es que si el hombre oye, cree, recibe y guarda esta Palabra, será feliz eternamente.  
DIOS ofrece vida eterna a todo aquel que crea en Jesucristo como su único Salvador. 
Lo triste es que hay castigo para quien no la crea, ni la reciba y se atreva a cambiar el significado al aumentar o quitar algo de su contenido original revelado por DIOS.
Seamos de los primeros y veremos la gloria de DIOS.
Dios les bendiga abundantemente.

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