domingo, 15 de julio de 2018

Un momento... DESCANSA POR FE



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
DESCANSA POR FE

En el capítulo 11 del Evangelio de Mateo, Jesús dice en los versículos 28 al 30:
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.

Jesús no está hablando de descanso físico, sino del descanso espiritual, el cual son millones y millones de personas que lo están necesitando. Con todo, quien encuentra el descanso espiritual, también alcanza descanso físico, pues aprende a saber usar el tiempo, la energía, las habilidades, los recursos naturales y el cuerpo.
La invitación de Jesús es general, o más bien, universal, “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os hare descansar”. La invitación es que crean en Jesús, que lo reconozcan como el Mesías, que lo inviten a ser el Salvador de sus vidas. La invitación es hecha a toda clase de persona, a los que están en la esclavitud del licor, las drogas, y la delincuencia. También Jesús invita a los científicos, a los brujos, a los ateos, y a los seguidores de movimientos paganos.
Jesús quiere ayudar a las prostitutas, a los delincuentes, a los narcotraficantes, a los corruptos, a los mentirosos, a los asesinos, a los violadores, a los borrachos, y a los mafiosos. Jesús quiere salvar a los enfermos del sida, a los indigentes, a los niños de las calles, a las madres solteras, a los que no tienen casa ni familia y a los homosexuales. Jesús está invitando a los intelectuales, a los jóvenes, a los niños, a los ancianos, a los grandes de los gobiernos, a los ricos, a todos y para todos es la misma invitación.
El cansancio, la carga no siempre lo da el trabajo, o las cosas que hacemos, sino muchas veces es la misma condición espiritual en la que vivimos. El cansancio físico con una noche de descanso pasa, la preocupación de las muchas cosas con solo organizarse se arregla. Pero hay cosas que no lo puede arreglar el ser humano por mucho que tenga o por mucho que haga o por mucho que pueda hacer, pues son problemas del corazón, son problemas internos, son problemas espirituales.
DIOS hizo al ser humano con una necesidad espiritual, de tener una relación con DIOS, y quienes se hacen llamar ateos son las personas más necias de toda la tierra, porque están negando la existencia de DIOS y la veracidad de la Biblia que es la Palabra de DIOS, cuando todo el tiempo, todos los días se proponen en luchar contra alguien que según ellos no existe, pero todo el tiempo están preocupados por acallar esa verdad que ellos mismos saben que es verdad, que DIOS existe, pero satanás el príncipe de este mundo los ha cegado.
A ellos también, Jesús los invita a venir a descansar.
Hay muchas personas que ya no pueden más con sus vidas en este mundo y lo peor de todo es que se están consumiendo en sus propios túneles oscuros sin poderlo decir y/o sin tener a nadie a quien compartir.
Diariamente se suicidan muchas personas en el mundo por no saber que hacer. Si, a cada minuto del día se confirman intentos de terminar con sus vidas por estar confundidas, agobiadas, desesperadas por no saber que hacer, pero por tener una venda en sus ojos del entendimiento puestos por el príncipe de este mundo, no pueden ver la luz al otro lado del túnel, y menos al vecino que tiene a su lado que es la salida que DIOS les ha puesto.
A esta gente, Jesús le hace la invitación. La invitación es a creer en Él para experimentar el descanso del alma, y la carga que lleva, en Cristo no solo la sentirán ligera, sino que poco a poco desaparecerá.
Eso es, cuando creemos en Jesús, hay descanso, seguridad, hay una transformación de naturaleza, y el débil viene a ser fuerte, el pobre en su autoestima viene a ser rico espiritualmente y llega a valorarse como DIOS lo valora.
Si estás pasando un momento difícil, y sientes que ya no puedes más, acepta esta invitación de amor, cree en Jesús y deja que Jesús lleve tus cargas.
Vuelve a leer Mateo 11:28-30 y toma una decisión de fe.
Dios les bendiga abundantemente.

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