lunes, 2 de julio de 2018

Leyendo... Jeremías capítulo 12


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LECTURA DIARIA:
Jeremías capítulo 12

El segundo de los lamentos de Jeremías. La prosperidad de los impíos disgusta a Jeremías y demanda que sean castigados.
Dios le reprocha por su impaciencia y le dice que la presente situación constituye un mero preludio de lo que vendrá después.
Dios advierte a Jeremías que sus problemas aumentarán.
Muchos han preguntado: ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos?. Jeremías sabía que al final llegaría la justicia de Dios, pero él se impacientaba debido a que quería que la justicia llegara pronto. Dios no da una respuesta doctrinal, en vez de eso nos hace un desafío: Si Jeremías no pudo resolver esto ¿cómo enfrentaría las injusticias venideras?
La vida fue sumamente difícil para Jeremías a pesar de su amor y obediencia a Dios. Cuando clamó a Él para que le diera alivio, su respuesta en efecto fue: «Si tú crees que esto es malo, ¿cómo te las arreglarás cuando esto se vuelva realmente difícil?»
Dios lamenta que haya tenido que entregar su casa y heredad (la tierra y sus habitantes) en manos de sus enemigos (los babilonios). Dios habla de su pueblo de varias maneras: lo que amaba mi alma, león en la selva, aves de rapiña, mi viña.
Los vecinos de Judá también serían llevados al exilio, pero si se convierten. Dios los colocará en medio de su pueblo; de otra manera, los destruirá.

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