domingo, 22 de julio de 2018

Un momento... DIOS SIEMPRE ESCUCHA NUESTRAS ORACIONES



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
DIOS SIEMPRE ESCUCHA NUESTRAS ORACIONES

Todo cristiano posiblemente ha experimentado más de una oportunidad que ora a DIOS pero siente que DIOS no le escucha. 
  Sentir tal sensación es natural pero no es lo ideal, pues DIOS siempre escucha ya que él no puede tener problemas auditivos.  
Si pensamos que la oración es mejor escuchada  por la forma en que le hablamos, estamos muy equivocados.   
Hay personas que son elocuentes y usan de retórica para orar, que cualquiera que les escuche queda asombrado, más eso no manipula a DIOS.  La oración no es mejor aún ni por la posición física que empleemos al momento de orar, o el tono que usemos, ni las palabras o promesas que hagamos.
En esto de la oración no vale posición social, rango de autoridad, nivel académico, ni parentesco.   
La oración no es mejor por la duración, frecuencia, forma, estilo, ni la hora en que se haga, es más, ni por el tiempo de ser cristiano.  
El apóstol Juan en su 1 carta, es muy claro al decir: “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (v.14).  
Aquí encontramos el primer requisito para que la oración sea no solo escuchada por DIOS, sino contestada, si está de acuerdo o si es conforme a la voluntad de DIOS. En otras palabras, si oramos apegados a la Palabra de DIOS, si se rige a las reglas de la Sagrada Escritura. Significa, orar con fe y con corazón limpio.
Al leer el v.15 encontramos un segundo requisito que se debe cumplir para que nuestra oración no solo la escuche DIOS sino que le dé respuesta según su voluntad.  Dice: “Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que le pedimos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho”.    
Cuando oramos a DIOS debemos regirnos a la Palabra, pero necesitamos tener mucha fe, seguridad, contentamiento en que él nos escucha y responde. Dice que si tenemos fe o seguridad de que hemos orado conforme a su voluntad o su Palabra, tenemos las peticiones, no las respuestas, sino tenemos la seguridad que DIOS nos ha atendido, ha recibido las peticiones, nos toca solo esperar en silencio, en deleite, paz, contentamiento y mucha paciencia.
Así que, primero quitemos de nuestra mente el pensamiento de que DIOS no nos escucha porque él si escucha.  Segundo, al hacer las oraciones asegurémonos que estén apegadas a lo que DIOS dice en su Palabra.  
Tercero, cada oración debe estar guiada por el Santo Espíritu y por los méritos únicos de nuestro Señor Jesucristo. Cuarto, las oraciones deben ser hechas acompañadas de mucha fe, y con la seguridad de que cualquiera que sea la respuesta de DIOS, será lo mejor.  
Quiere decir entonces, que nuestra tarea es orar, llevar las peticiones ante el trono de DIOS, con fe, con corazón limpio y en pleno contentamiento. 
No olvidemos, el tiempo de DIOS, para dar respuesta a nuestras peticiones, es muy diferente al tiempo nuestro. Así que, oremos y esperemos con fe, pero sin desmayar, pues DIOS siempre escucha y responde.
Dios les bendiga abundantemente.

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