sábado, 7 de julio de 2018

UN MOMENTO... ¿CÓMO ES NUESTRA FE?



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿CÓMO ES NUESTRA FE?

Hay varias clases de fe.  Tenemos la fe natural que DIOS ha dado a todo ser humano de confiar o creer en algo a alguien.   Esta también la fe de los demonios, ellos creen que existe DIOS pero no lo obedecen, y siguen haciendo lo malo.  (Santiago 2.19)

Por otro lado  está la fe salvadora que DIOS da a las personas por la cual pueden creer en Jesús como su Salvador.   (Romanos 10.9)
Además tenemos la fe como don espiritual que DIOS da a ciertas personas con un propósito determinado.  (1 Corintios 12.9).
Por último está la fe como fruto del Espíritu Santo que es la que el cristiano desarrolla, practica y tiene todos los días. (Gálatas 5.22).
 La pregunta sobre cómo está nuestra fe, tiene que ver con esta última, la fe que vivimos y practicamos o desarrollamos todos los días de nuestra vida a partir de que creímos en Jesús. 
El apóstol Pablo le dice a Timoteo en la segunda carta que él le escribe a su discípulo, “trae a la memoria la fe no fingida que hay en ti”, (versículo 5), quiere decir, la fe verdadera que él tiene, primero por haber creído en Jesús y segundo porque la está demostrando todos los días.  Quiere decir que existe la fe fingida, no verdadera, la que no se practica, la que es desleal a DIOS, la que con facilidad nos lleva a creer en otras cosas al obedecer a otras cosas que no sea DIOS.
 La fe no fingida, es la fe verdadera que su madre y la abuela de Timoteo transmitieron.
Es la fe como conocimiento en DIOS, convicción profunda en su relación con DIOS, virtud teológica basada en el aprendizaje acerca de DIOS, y desarrollada por el poder del Espíritu. 
Cuando se cree en DIOS, se ama y se obedece se está poniendo en práctica lo que se cree, lo que se lee, lo que uno llega a conocer acerca de DIOS.   
Creer en DIOS y creerle a DIOS son dos cosas muy diferentes y muy fundamentales en la vida cristiana, y cuando esa virtud, ese valor, y esa verdad se transmite a los hijos, ellos llegan a tener una fe no fingida, sino una fe verdadera depositada en DIOS.
 ¿Cómo está nuestra fe?   ¿Creemos y amamos a Dios verdaderamente? 
¿Obedecemos a DIOS de todo corazón y en todas las cosas que pensamos, sentimos y hacemos?   
Debemos tomar el compromiso de creerle más a DIOS, obedecerle y vivir lo que hemos creído.  
Todos los días, demostremos la fe verdadera, la que no es fingida, sino que es transparente, sincera y fresca, la que está depositada en la persona de DIOS, demostremos la fe como fruto del Espíritu Santo.
Dios les bendiga abundantemente.

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