lunes, 30 de julio de 2018

Un momento... LA ORACIÓN INTERCESORA DE JESÚS



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA ORACIÓN INTERCESORA DE JESÚS

Jesús está orando por NOSOTROS. Su gran oración sacerdotal está en Juan 17.9. Esta fue la oración que él hizo por sus discípulos: “Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque tuyos son”. 

¿Qué pidió Jesús al orar por sus apóstoles, por sus discípulos? “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del maligno” (Juan 17.15). Él dice: “Señor, no te pido que los lleves de inmediato al cielo, sino te pido que los mantengas alejados del maligno”.
En Lucas 22.31 – 32, Jesús le dijo a Simón Pedro: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearas como a trigo. Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle…”. ¿Hizo Jesús alguna oración que no fuera contestada? ¡Claro que no!  Él dijo: “…Padre, te doy gracias porque siempre me oyes”.   (Juan 11.41).
¿Por qué? Él siempre oró para hacer la voluntad del Padre. Él siempre oró con fe. El pecado nunca estorbó su oración. Cada oración que hizo fue contestada, y oró por sus discípulos: “Padre, te pido que los guardes”. Jesús dijo: “Pedro, el diablo quiere zarandearte como al trigo. Yo voy a permitirle hacerlo porque necesitas entender lo que hay en tu corazón. Necesitas entender que hay algo que debe salir. Voy a permitirle hacerlo, pero he orado por ti para que tu fe no falle”. Y ese mismo Pedro que maldijo, juró y negó a Cristo, fue el flameante apóstol de Pentecostés que escribió dos libros del Nuevo Testamento. ¿Por qué? Porque Jesús oró por él.
Nosotros podemos decir: “Sí, seguro, por Pedro oraron, y también por Santiago, Mateo y el resto de ellos. Pero Jesús nunca oró por mí de esa manera”. Bien, en Juan 17.20, Jesús dice: “Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos”. Simplemente escribamos cada uno de nuestros nombres justo debajo del nombre de ellos porque él también pudo haber puesto allí nuestros nombres. Jesús ha orado para que seamos guardados. Esa es una oración que transciende los siglos y las edades. Si él ha orado por nosotros, ¿recibirá respuesta su oración? ¡Claro que sí!
Novedoso, muy poco enseñado y altamente estimulante en fe y confianza. No hay fundamentos bíblicos que permitan dudar de esta afirmación.
Sólo la duda de por qué no parece funcionar con la mayor parte de los cristianos. ¿Será porque ellos eligieron creer las mentiras del enemigo en lugar de las verdades de su Padre celestial? ¿Será porque algunos no son lo que dicen ser, y el enemigo tiene derechos sobre ellos por esa razón?
Podemos elegir el motivo que deseemos. Lo que no podemos hacer, es dudar de lo expuesto.
Hebreos 7.25, dice: “Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios…”. “Salvar por completo”. ¿Qué significa eso? Salvarlo hasta el fin porque él siempre está intercediendo por  nosotros.
 El Señor Jesús hizo un trabajo completo en el Calvario. Él murió en la cruz y dijo: “¡Consumado es!” (Juan 19.30).
Pero el trabajo que no ha terminado es la intercesión. Él está orando por  cada uno de nosotros, y esa oración es respondida. Él dijo: “Padre, te doy gracias porque me oíste”.
Dios les bendiga abundantemente.

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