UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡QUE
NOS TRAE ESTE NUEVO AÑO!
Pero Jehová había dicho a Abraham: Vete de tu tierra y de tu
parentela, Y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. (Génesis 12.1)
Empezar
un nuevo año, de alguna manera se asimila a una nueva aventura hacia lo desconocido
y los seres humanos siempre tenemos ese temor.
Pero
como hijos de DIOS, tenemos el conocimiento y las herramientas para hacer de
este nuevo año, un año de bendición y crecimiento. Imaginemos los sentimientos
y temor hacia lo desconocido que pudo experimentar Abraham cuando DIOS lo llama
a una tierra desconocida, donde él tendría que volver a empezar.
No
fue una idea que se produjo en su cabeza, fue lo que DIOS le dijo que hiciera y
como recompensa, le hizo una promesa, le daría un hijo, cuando él sabía que su
esposa era estéril, y Abraham obedeció.
Pero
una promesa requiere de varios pasos: CREERLA -
OBEDECER –EJECUTARLA.
Es
decir, desarrollarla, crecer y resolver todos los obstáculos que se presenten,
físicas, de territorio, externas, pruebas, de carácter, etc.
DIOS
a nosotros nos ha dado grandes promesas, pero para alcanzarlas debemos cumplir
con esos tres pasos anteriores; y esto significa que si DIOS nos promete pan,
no necesariamente esperamos pan ya horneado y cortado; tampoco que nos sentaremos
a esperar que alguien toque a nuestra puerta con el pan (aunque en muchos casos
así ha sido); pues no sabemos cómo DIOS traerá la bendición, a lo mejor alguien
nos provee la harina, otro el huevo y la sal y otro que sabe cómo juntar esos
ingredientes, nos enseña a hacer el pan, nos nutrimos y alimentamos a nuestra
familia y después pensamos en colocar una panadería.
DIOS
siempre tiene un propósito. No tenemos control sobre nuestros días,
nuestros planes y deseos, sino que es DIOS quien verdaderamente tiene el
control de los hilos invisibles de nuestro destino, las circunstancias, los
hechos y todos los acontecimientos que rodean nuestra vida.
Estamos
iniciando un nuevo año y nos sentimos llenos de una energía muy especial que
nos hace querer renovarnos, superarnos, crecer y aventurarnos en propósitos más
altos para nuestra vida y todo lo podemos lograr, si incluimos a DIOS en
nuestros planes, si pedimos a nuestro Padre en el precioso Nombre de Jesús y si
sujetamos nuestra vida al que todo lo puede.
Nosotros,
los hijos de DIOS tenemos herramientas más valiosas que el oro puro y más
poderosas que cualquier arma inventada por el hombre y todo este poder se
encuentra en El Espíritu, en el hombre nuevo, así que nuestro primer deseo para
este año nuevo, debe ser CRECER y FORTALECERSE en el Espíritu y todo lo demás
que deseemos lo vamos a recibir por añadidura.
Cuando
aceptamos a Cristo en nuestra vida le abrimos la puerta de nuestro corazón, lo
hicimos libre y voluntariamente, le dijimos implícitamente: “Toma el control de
mi vida” y esto implica que le estamos dando autoridad sobre nuestro cuerpo y
mente, nuestra familia y nuestros bienes y lo aceptamos como El Señor,
suficiente Salvador y Rey en nuestra vida, quien gobierna y a quien decidimos
un día entregar nuestro ser (nuestros pensamientos, sentimientos y nuestra
voluntad). Sería lógico que después que le hemos entregado todo a alguien, en
sus manos para que lo administre y lo gobierne, no atendamos y sigamos sus
instrucciones.
DIOS
sabe que no es fácil, pero también conoce nuestro corazón, capacidad y límites
y no nos pedirá lo que no seamos capaces de dar, ni no nos enviará ninguna
prueba que no seamos capaces de pasar.
Empecemos
este año 2019 tomados de Su mano dejando que Él vaya por delante abriendo el
camino que nos lleva al cumplimiento de las promesas que Él hizo a cada uno de
nosotros.
“Mira
que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque
Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas”. (Josué 1.9).
¡¡Es
el deseo de DIOS y también nuestro deseo que tengas un año 2019 muy bendecido!!
Dios
les bendiga abundantemente.
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