LECTURA
DIARIA:
Mateo
capítulo 15
Los
fariseos y los líderes judíos fueron de Jerusalén, el centro de la autoridad
judía, a examinar las actividades de Jesús.
Por siglos, desde el retorno de la
cautividad de Babilonia, habían agregado cientos de tradiciones religiosas a
las leyes de Dios. Los fariseos y los maestros de la ley las consideraban todas
de igual importancia.
Los
fariseos llegaron a dar tanta importancia a las tradiciones, que en vez de
ayudarles a comprender mejor las leyes de Dios se constituyeron en leyes en sí
mismas.
En
lo exterior sus acciones parecían superiores pero descuidaban el mandato de
Dios. Los fariseos sabían mucho acerca de Dios pero no conocían a Dios.
Jesús
se refiere, entre otras cosas, a las regulaciones judías concernientes a la
comida y bebida. El versículo 11 se podrían parafrasear así: "Uno no se
contamina por comer una comida que no ha sido bien inspeccionada o que no haya
tenido los requisitos establecidos, sino por lo que uno dice y piensa".
Esta declaración ofendió a los fariseos que estaban muy pendientes de lo que el
pueblo comía o bebía.
Jesús
dijo que debían ignorar a los fariseos porque estaban ciegos a la verdad de
Dios. Cualquiera que escuchara sus enseñanzas corría el riesgo de adquirir
ceguera espiritual también.
Después
de volver a predicar en Capernaum, Jesús dejó Galilea para ir a Fenicia, donde
predicó en Tiro y Sidón.
La
mujer que se menciona como sirofenicia en el Evangelio de Marcos, Mateo la
llama cananea, refiriéndose a sus antepasados, que eran enemigos de Israel. La
audiencia judía de Mateo comprendería de inmediato el significado de que Jesús
ayudara a aquella mujer.
Los
discípulos pidieron a Jesús que se librara de la mujer porque los estaba
aburriendo con sus lamentos. No mostraron sensibilidad hacia sus necesidades ni
compasión por ella.
Las
palabras de Jesús, en este caso, no contradicen la verdad de que el mensaje de
Dios es para todos. Simplemente estaba diciendo a la mujer que los judíos
tuvieron la primera oportunidad para aceptarlo como el Mesías porque Dios
quería que ellos presentaran el mensaje de salvación al resto del mundo. Jesús
no la rechazó. Jesús pudo haber querido probar su fe o pudo haber querido
aprovechar la oportunidad para enseñar una lección acerca de la disponibilidad
de la fe para todos.
Perro
era un término que los judíos por lo general aplicaban a todo gentil, porque
los judíos consideraban que los paganos parecían perros al no recibir la
bendición de Dios. Jesús no estaba degradando a la mujer al usar este término
sino reflejando la actitud de los judíos en contraposición con la suya. La
mujer no discutió. Usando las mismas palabras de Jesús, estuvo de acuerdo en
ser considerada como perra siempre que pudiera recibir la bendición de Dios
para su hija. Irónicamente, muchos judíos perdieron la bendición de Dios y la
salvación porque rechazaron a Jesús y muchos gentiles hallaron salvación porque
reconocieron a Jesús.
Muchos
fueron llevados a Jesús por sanidad y El los sanó.
Esta
alimentación de cuatro mil es un milagro diferente del otro en que se alimentó
a cinco mil del capítulo anterior.
Jesús
ya había alimentado a más de cinco mil hombres con cinco panes y dos peces.
Ahora, en una situación similar, los discípulos quedaban perplejos otra vez.
Amen , gracias por compartir.
ResponderEliminarDios les bendiga22