jueves, 17 de enero de 2019

Tiempo... Mateo 10. 37 - 39



TIEMPO DE REFLEXIÓN

“El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;  y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.  El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.” Mateo 10.37 – 39.

Morir, abandonar, rendirse,  todas ellas son palabras desagradables a nuestros oídos. Sin embargo, son palabras críticas, si hemos elegido servir a Dios.

El precio de seguir a Dios es alto, pero el costo de no seguirlo es mucho mayor. Entregarse a Dios significa dejar de lado nuestros propios deseos personales y planes y avanzar en cualquier dirección en la que Él nos lleve.
Podemos tener la oposición de nuestros seres queridos y podemos ser confrontados con la decisión de amar a Dios y tener que dejar en segundo lugar el amor que tenemos por nuestros familiares, si se oponen a que cumplamos el propósito de Dios para nuestra vida.
La experiencia de la salvación no significa simplemente la liberación del pecado o de la experiencia de la santidad personal. La salvación que viene de Dios significa ser completamente liberado de uno mismo y al mismo tiempo atrapado en una entrega total a Dios.
El hecho de que Dios nos salva del pecado y nos hace santos es el resultado de la entrega maravillosa y total de su Hijo al morir por nosotros.
En nuestra opción de rendirnos, debemos entregarnos a Dios del mismo modo en que Él se entregó a sí mismo por nosotros, de manera total, incondicional, y sin reservas.
La pregunta que cada uno nos deberíamos hacer es ¿Estamos rendido a Dios y a su plan para nuestra vida?
Si no es así, ¿qué es lo que nos detiene para rendirnos plenamente a Dios?
Enfoquémonos en Jesús rendido por cada uno de nosotros en la cruz y agradezcámosle por dar Su vida para que pudieras renovar tu relación con Dios. 
Solo podremos vivir en plenitud la vida de Dios, si estamos dispuestos a seguir en pos de aquel, que primero que nosotros, dejó todo por amor a cada uno de nosotros, Jesús.
Dios les bendiga abundantemente.

1 comentario:

  1. Es dura la palabra de Nuestro Padre Eterno, pero es eficaz y libertadora. gracias por este espacio.

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