UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
TENEMOS
EL MEJOR DEFENSOR
En
términos deportivos, de los 11 jugadores de cada equipo de futbol
en el campo o la cancha, generalmente 4 son denominados defensas y de los
4 uno es responsabilizado como defensa central.
Este tiene que ser más
alto, fuerte y más habilidoso porque se encarga de cuidar de que no lleguen al
arquero. Así que, este es un defensa o buen defensor porque evita que el
rival tire la pelota al arco.
Diferente
es el área legal donde el mismo Estado provee un abogado para que defienda a
personas acusadas de alguna cosa pero que no tienen posibilidad de contar con
un abogado personal.
Lo
que hace este defensor es representarlo, hacer todo lo que legalmente le es
permitido hacer para defender al acusado. Muchas veces el acusado no
siente la suficiente confianza, la seguridad y la esperanza de ser absuelto de
las acusaciones porque el defensor que tiene es parte del Estado.
Sin embargo, por ética profesional, todo abogado defensor, aun cuando es puesto
y sostenido por el Estado, es responsable de hacer todo lo posible y de acuerdo
a la ley para defenderlo.
La
Biblia dice que todo cristiano cuenta con un defensor, el mejor defensor, el
que siempre gana (1 Juan 2.1)
Es
el mismo defensor del cual está hablando David en el Salmo 59 quien cuenta con
todos los recursos del mundo, todo lo tiene a su disposición para defendernos
del constante acusador, el diablo.
Dice
David en el versículo 9 “Es por causa del poder del enemigo que yo esperare en
ti. Porque Dios es mi defensa”. Él con su misericordia irá
delante de mí (v.10), eso hace un defensa, está delante del arquero para cuidar
que no lo ataquen. Va delante de David, y es como el escudo (v.11)
protector que no deja que los dardos del mal den con el cuerpo del defendido.
Esta
es una palabra de ánimo, restauración, fortaleza, el saber que nuestro defensor
es DIOS. No existe nadie ni nada en el mundo que pueda vencer al
abogado defensor que tenemos.
Él
es mayor que todo y que todos, él nos tiene en sus manos y nadie podrá arrebatarnos
(Juan 10.29-30).
Él
nos cuida, nos reguarda, nos defiende, nos cubre con su poder; en él estamos
seguros y confiados.
Por
lo tanto, como dijo David, en el Salmo 4. 8. “En paz me acostaré y a si mismo
dormiré, porque solo tú me haces vivir confiado”.
Si
confiamos en Él, si le somos fieles a Él, si vivimos solo para Él, con
seguridad, nada ni nadie nos podrá vencer, pues nuestro defensor es DIOS, quien
es justo, perfecto, poderoso, misericordioso, amoroso y soberano.
Si
por alguna razón, nos toca pasar en medio de una acusación injusta, o una
situación donde necesitamos de un defensor, solo acudamos a DIOS.
Dios
les bendiga abundantemente.
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