UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
DESCANSA
POR FE
En
el capítulo 11 del Evangelio de Mateo, Jesús dice en los versículos 28 al 30:
“Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad
mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi
carga”.
Jesús
no está hablando de descanso físico, sino del descanso espiritual, el cual son
millones y millones de personas que lo están necesitando. Con todo, quien encuentra
el descanso espiritual, también alcanza descanso físico, pues aprende a saber
usar el tiempo, la energía, las habilidades, los recursos naturales y el
cuerpo.
La
invitación de Jesús es general, o más bien, universal, “Venid a mi todos los
que estáis trabajados y cargados, y yo os hare descansar”. La invitación es que
crean en Jesús, que lo reconozcan como el Mesías, que lo inviten a ser el
Salvador de sus vidas. La invitación es hecha a toda clase de persona, a los
que están en la esclavitud del licor, las drogas, y la delincuencia. También
Jesús invita a los científicos, a los brujos, a los ateos, y a los seguidores
de movimientos paganos.
Jesús
quiere ayudar a las prostitutas, a los delincuentes, a los narcotraficantes, a
los corruptos, a los mentirosos, a los asesinos, a los violadores, a los
borrachos, y a los mafiosos. Jesús quiere salvar a los enfermos del sida, a los
indigentes, a los niños de las calles, a las madres solteras, a los que no
tienen casa ni familia y a los homosexuales. Jesús está invitando a los
intelectuales, a los jóvenes, a los niños, a los ancianos, a los grandes de los
gobiernos, a los ricos, a todos y para todos es la misma invitación.
El
cansancio, la carga no siempre lo da el trabajo, o las cosas que hacemos, sino
muchas veces es la misma condición espiritual en la que vivimos. El cansancio
físico con una noche de descanso pasa, la preocupación de las muchas cosas con
solo organizarse se arregla. Pero hay cosas que no lo puede arreglar el ser
humano por mucho que tenga o por mucho que haga o por mucho que pueda hacer,
pues son problemas del corazón, son problemas internos, son problemas
espirituales.
DIOS
hizo al ser humano con una necesidad espiritual, de tener una relación con DIOS,
y quienes se hacen llamar ateos son las personas más necias de toda la tierra,
porque están negando la existencia de DIOS y la veracidad de la Biblia que es
la Palabra de DIOS, cuando todo el tiempo, todos los días se proponen en luchar
contra alguien que según ellos no existe, pero todo el tiempo están preocupados
por acallar esa verdad que ellos mismos saben que es verdad, que DIOS existe,
pero satanás el príncipe de este mundo los ha cegado.
A
ellos también, Jesús los invita a venir a descansar.
Hay
muchas personas que ya no pueden más con sus vidas en este mundo y lo peor de
todo es que se están consumiendo en sus propios túneles oscuros sin poderlo
decir y/o sin tener a nadie a quien compartir.
Diariamente
se suicidan muchas personas en el mundo por no saber que hacer. Si, a cada
minuto del día se confirman intentos de terminar con sus vidas por estar
confundidas, agobiadas, desesperadas por no saber que hacer, pero por tener una
venda en sus ojos del entendimiento puestos por el príncipe de este mundo, no
pueden ver la luz al otro lado del túnel, y menos al vecino que tiene a su lado
que es la salida que DIOS les ha puesto.
A
esta gente, Jesús le hace la invitación. La invitación es a creer en Él para
experimentar el descanso del alma, y la carga que lleva, en Cristo no solo la
sentirán ligera, sino que poco a poco desaparecerá.
Eso
es, cuando creemos en Jesús, hay descanso, seguridad, hay una transformación de
naturaleza, y el débil viene a ser fuerte, el pobre en su autoestima viene a
ser rico espiritualmente y llega a valorarse como DIOS lo valora.
Si
estás pasando un momento difícil, y sientes que ya no puedes más, acepta esta
invitación de amor, cree en Jesús y deja que Jesús lleve tus cargas.
Vuelve
a leer Mateo 11:28-30 y toma una decisión de fe.
Dios
les bendiga abundantemente.
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