UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
AFERREMONOS
A LA FE
Estar
dominado por la duda, es sentir incertidumbre, temor, miedo, desconfianza y
hasta tener la enfermedad de paranoia, al pensar, desconfiar y dudar de todos.
La
duda tiene el poder de controlar la mente y la voluntad, o sea que, controla
nuestros pensamientos, sentimientos y la capacidad de tomar decisiones. Es por
ello que por sentir duda decidimos no ir a determinado lugar, no hacemos
algunas cosas, no hablamos a ciertas personas. Por esta causa, de la duda, se
pierden amistades, trabajos, buenas relaciones, oportunidades, y se toman
decisiones de las cuales más tarde nos arrepentimos, etc.
La
duda desespera, presiona, aflige, confunde, agiliza el accionar y a veces
traiciona. La duda supone un estado de incertidumbre: donde hay dudas no
hay certezas. Si una persona duda sobre algo o alguien, no está seguro de
la validez de esa cuestión o de lo que dice ese alguien.
La
duda es un límite a la confianza ya que, donde hay dudas, no existe
la creencia en la verdad de un conocimiento.
Incredulidad
es un sinónimo de duda, pero la duda a veces no tiene fundamentos que la
justifiquen mientras que la incredulidad a veces se sostiene por una enseñanza
recibida o por una experiencia vivida. Con todo, sentir o estar en duda
es algo totalmente negativo y peligroso.
Pensando
en las personas que acompañaban al apóstol Pablo en la nave donde lo llevaban
preso rumbo a Roma en Hechos capítulos 27 y 28, podríamos hasta justificar su
miedo, temor y duda sobre si vivirían o no y/o de las palabras que
Pablo les decía. Había viento, lluvia y amenazas de huracán y el
movimiento del barco era tan fuerte que espantaba por las olas que se elevaban
para todos lados, colaboraba también para que se acrecentara el miedo, el
terror y la duda en todos. Humanamente, no había escape, ni salvación
para todos, y debían tomar decisiones, alivianar la carga del barco, y aún así,
no cambiaba nada el destino. Los soldados temían por sus vidas, pues es
con lo que pagarían, si los presos escapaban, pero en fin, ellos morirían por
el mar o por el castigo.
Sin
embargo, cuando la fe es mayor que la duda, nada de lo que suceda a nuestro
alrededor, puede robar la seguridad, la confianza, la certeza que hay en el
corazón y la mente. Cuando se tiene fe, la duda no tiene cabida, el miedo
no hace ningún destrozo, no puede desestabilizar el estado de
ánimo.
La
fe es lo que da contentamiento, y contentamiento es la capacidad de mantenerse
tranquilo, estable, satisfecho, seguro y confiado aunque se esté en las más
terrible tempestad, en la desesperante oscuridad, en la angustiosa soledad, y
en la insoportable calamidad.
Esta
fe en DIOS, alimentada por Su Palabra, por la presencia del Espíritu, y el
recuerdo de lo que es DIOS, sus promesas y su persona, es lo que permite desestimar
todo lo que suceda a nuestro alrededor, y mantener firme la esperanza, la
confianza y la seguridad de la vida.
Pablo
poseía una confianza, seguridad en DIOS, y mantenía una comunicación y relación
con Él, que le hacía estar seguro y no sentir miedo de morir porque sabía que
no iba a morir aun cuando veía venir las olas altas y arrasadoras en contra del
barco (27.14 - 15).
No
se dejó manipular por la actitud negativa, pesimista y desesperada del resto de
los tripulantes. Al contrario, les hizo ver las cosas como eran, les sugirió que
hacer, y les exhortó a tener ánimo (fe), (27.24 - 25), a creer en el DIOS al
cual él representaba y por el cual estaba preso (28.20).
Tal
como Pablo les dijo así sucedió. Ninguno pereció, todos se salvaron,
ningún preso huyó.
Lo que Pablo tenía, es lo que todos debemos
tener, una fe segura, firme, y viva. Necesitamos estar seguros de nuestra
relación con DIOS cuando estemos en tempestades, cuando la duda como un monstruo
gigante nos quiera destruir, cuando la desconfianza, la incertidumbre, las
presiones, y las circunstancias adversas atenten contra nuestra fe, por favor,
aférrate a la fe viva en Dios.
Creamos
las promesas de DIOS, no nos olvidemos quien es el que las prometió. Solo
recordemos, la fe es superior a la duda, y DIOS es superior a todo.
Dios
les bendiga abundantemente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario