UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
FE
A PRUEBA DE FUEGO
En
la Biblia hay algunos ejemplos donde la fe es puesta a prueba de
fuego. Uno de ellos es Abraham cuando Dios le ordenó que en señal
de obediencia sacrificara al hijo de la promesa, al cual espero 25 años para
que naciera. (Génesis
22)
Abraham
salió librado y demostró que su fe en DIOS era más fuerte que toda
prueba.
Otro
ejemplo es el de los amigos de Daniel cuando con la confianza y lealtad a DIOS
seguros de que DIOS es mayor que todo y que tiene poder para librarlos
prefirieron ser echados al horno de fuego antes que negar su fe. Un
horno, según dice la Biblia que fue calentado siete veces más de lo
normal. Ellos, salieron victoriosos de esa prueba porque DIOS, en quien
ellos confiaban, los libró al no permitir que ni aun sus cabellos se quemaran.
(Daniel 3).
Un
ejemplo más, Daniel permitió ser echado al foso de los leones antes que negar
su fe en DIOS. La Biblia dice que al siguiente día, Daniel estaba con
vida porque DIOS tapo la boca de los leones para que no se lo devoraran. (Daniel
6).
Tres
ejemplos donde la fe es puesta a prueba de fuego.
Bueno,
Job no es la excepción, porque según leemos en el capítulo 1 en los versículos
12 al 22, y luego el 2.10 su fe es puesta a prueba de fuego, ya que no solo
pierde todo, sino que él mismo es sometido a una enfermedad de la piel.
Perdió todos sus bienes materiales, perdió a toda su familia, y para
completar la prueba, le vino una enfermedad de la piel que lo hacía sufrir, y
lo más paradójico es que todo esto le sucede siendo una persona fiel a DIOS.
Podemos
ver como consecuencia natural para una persona que no es fiel a DIOS que sufra
esto, pero alguien tan recto como Job, Abraham, los amigos de Daniel, y Daniel
mismo, a veces no lo entendemos.
Pero
en todos estos casos, hay algunas cosas que son comunes y nos deben llamar la
atención, la actitud correcta, el estado de contentamiento y el grado de
madurez de cada uno de ellos al reaccionar ante todas estas
circunstancias difíciles, donde DIOS pone a prueba su fe.
Cuando
la fe está centrada no en las emociones, ni tan solo en el conocimiento sino en
DIOS, es sólida, madura, fuerte, y leal sin importar la magnitud de la
prueba.
DIOS
limitó a satanás para que no tocara la vida de Job, en su primera prueba (v.12).
Cuando ya había perdido todo, Job responde en el v.21 “Desnudo salí del vientre
de mi madres, y desnudo volveré allá, Jehová dio, Jehová quitó; sea el nombre
de Jehová bendito”.
¿No
es esta una expresión de contentamiento, confianza, y satisfacción en DIOS?
¿No es esto amor, lealtad de Job al no cuestionar el accionar de DIOS?
Job entiende que todo esto está controlado por DIOS, y él está seguro en sus
manos.
Pero,
¿no es esto una prueba de fuego para la fe? ¿Cómo reaccionaría usted ante
una prueba como esta?
La
segunda fase de la prueba de fe que DIOS permite a satanás está en el capítulo
2.6-9. Solo la esposa la ha quedado a Job, todo lo ha perdido, y ahora su
enfermedad es lo más terrible, y la esposa se une al ataque convirtiéndose en
instrumento de satanás. El versículo 10b, dice, en todo esto, Job no pecó
con sus labios.
Es
posible hayamos estado en medio de una prueba de fuego de nuestra fe, pero no
en el nivel de Abraham, Daniel, y Job. Es que la lealtad y la calidad de
fe que tienen estos siervos de DIOS es tan fuerte, madura, y convincente que
prefieren morir antes que fallarle a DIOS.
Cuando
se cree en DIOS en este nivel, se vive en contentamiento, satisfacción,
seguridad de que todo lo que pase no cambiara nada la relación que se tenga con
DIOS.
Pidamos
a DIOS que nos ayude para que cuando seamos sometidos a una de estas pruebas,
podamos serle fieles.
Por
nada del mundo dejemos de ser fieles a DIOS.
Dios
les bendiga abundantemente.
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