lunes, 13 de agosto de 2018

Un momento... UNA VIDA SANA



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
UNA VIDA SANA

Una persona sana no tiene que ver solo con salud física, sino con hechos, comportamiento.
Una persona con una vida sana es la que ha sido instruida y educada por la Palabra de DIOS.
Una persona que sigue la sabiduría para vivir, es la que hará cosas correctas. Una persona que con carácter ama, obedece y práctica la justicia es quien con seguridad tendrá una vida libre del mal.
Proverbios habla mucho de la educación o instrucción como un valor que nos lleva a tener una vida sana.
¿En qué sentido sana? Sin vicios, sin crimen, sin nada que pueda ser señalado por la ley, la moral, y la sociedad.
La educación intelectual también es importante, en la medida que nos educamos, los niveles de pobreza, delincuencia, violencia, abusos, inseguridad, disminuye.
La formación integral de los niños y las niñas ha de verse como un privilegio y una responsabilidad para los padres. La Biblia enseña que para DIOS los hijos son herencia que custodiar, para Jesús son el paradigma del Reino de los Cielos, para la iglesia son un ministerio que atender y para los padres un tesoro confiado por DIOS que ha de ser custodiado, formado y protegido.
La fe en DIOS que se vive y enseña en el hogar, el amor por la educación son los peldaños que forman la escalera hacia la superación y el respeto hacia las autoridades como la manera más práctica y sabia para vivir en paz y armonía con todos.
La tarea de la responsabilidad de los padres comienza mucho antes de tener hijos, es una obligación natural y legal cuando los niños vienen al mundo y es obligación moral y espiritual velar por ellos mientras tengamos vida.
 Al escudriñar la voluntad de DIOS escrita en Su Palabra, es fácil afirmar que la sociedad en que vivimos ha canjeado fácilmente los valores familiares, morales y espirituales por unas pocas lentejas (monedas).
Desgraciadamente a muchas familias no les importan que sus hijos tengan una vida sana, saludable y libre de problemas.
La Biblia tiene varios pasajes que nos exhortan a cumplir la tarea de la educación de nuestros hijos: Instruir a los hijos (Proverbios 4.1; 6.23; 12.1; 13.24; 22:6; Salmo 127.3).
El reto está en que los padres nos esforcemos por educarnos todo lo que podamos y educar a los hijos poniendo como base la Biblia, el temor de DIOS y en el tiempo oportuno.
Nunca es tarde para comenzar, nunca se es viejo para aprender, pues nunca dejamos de enseñar, lo cual tiene como recompensa los beneficios que llegarán.
La educación es un privilegio, una responsabilidad, una obligación, una gran oportunidad y una bendición que DIOS nos ha dejado.
Una persona que sigue los pasos de la sabiduría es la que llega muy alto, haciendo las cosas correctamente.
La sociedad en la que vivimos necesita de esas personas que marquen la diferencia para demostrar que es posible vivir como DIOS quiere, de acuerdo a Su voluntad, y eso será un bien común para todos.
“Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados,
ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común
con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor
en la ley del Señor y en ella medita noche y día.
Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla de un río,
que da su fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas.
¡Todo lo que hace, le sale bien!” Salmos 1. 1 – 3.
Dios les bendiga abundantemente.

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