miércoles, 15 de agosto de 2018

Un momento... ¿QUÉ ES UN VALOR?



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿QUÉ ES UN VALOR?

Los valores son elementos que se transmiten de generación a generación, de familia a familia, de padre a hijo. Solo que para que mantengan su pureza y eficacia requiere que se mantenga el proceso de cultivación.

“Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, que pueden darte la sabiduría necesaria para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.  Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia”. 2 Timoteo 3.15 – 16.
Un valor es una propiedad que tienen las cosas, acciones y personas en virtud de las cuales nos sentimos atraídos, aceptados o rechazados. Los valores no son la vida, pero son necesarios para la vida. Son más que enseñanzas, son convicciones que se enseñan y modelan.
Los valores son principios, enseñanzas, convicciones y verdades que no se imponen sino que se enseñan para ser adoptados. En Proverbios 22.6, los padres enseñan e instruyen pero no lo imponen a la fuerza, sino que el hijo es quien decide aceptarlo, adoptarlos o rechazarlos.
Así que, un valor es una virtud, una cualidad o habilidad que tienen las personas, las cosas, las acciones, las enseñanzas y las verdades.
La escuela y la Iglesia son remansos de valores pero el hogar es el crisol donde se pulen, pero es cada individuo el que decide recibirlo, y practicarlo. Esto tiene que ver con la educación que hemos recibido y con el apropiarse de dicha instrucción.
Un valor se enseña, se modela, se ofrece, pero finalmente es la persona la que decide si recibe, toma, encarna, practica y obedece dicho valor o no. Proverbios 22.6 dice: “Instruye al niño en su camino; y aun cuando sea viejo, no se apartará de él”.
La responsabilidad de los padres, las escuelas y las iglesias es instruir, orientar, enseñar y modelar los valores, pero son los hijos los que deciden apropiarlos, vivirlos, enseñarlos y modelarlos a la siguiente generación. También dice Efesios 6.1 – 3, “Hijos obedeced en el Señor a vuestros padres porque esto es justo, honra a tu padre y a tu madre porque este es el primer mandamiento con promesas, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra”. Pero el v.4 dice: “Y vosotros padres no provoquéis a ira a vuestros hijos sino criadlos en disciplina y amonestación”. Por último, la Biblia nos invita a aprender los valores, a obedecerlos y enseñarlos Filipenses 4.8 - 9.
“En cuanto a lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si hay algo que merece alabanza, en esto pensad.
Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”.
Los valores se cultivan, por la cultura del entorno, y la herencia familiar, pero el entorno social de un individuo influye, porque es la cultura en la que el individuo fue educado y vive, y abarca a las personas e instituciones con las que el individuo interactúa en formar y regular. Este entorno incluye lugar de nacimiento y donde creció en su infancia, adolescencia y juventud.
Es muy importante reconocer que nuestros padres nos transmiten su propia herencia, cultura, e idiosincrasia, que algunas veces no es la mejor o buena. Muchos jóvenes son exactamente lo que vieron, oyeron y aprendieron estando en casa con sus padres, y luego aplican esos valores en la sociedad convulsionada que vivimos y por supuesto el resultado no es lo mejor.
Por eso es importante, que en el ámbito familiar, criemos a nuestros hijos en el conocimiento de la Palabra de DIOS. Esta nos muestra el camino hacia la salvación y nos prepara para la perfección.
Podremos amar a los demás en la medida que conozcamos el amor de DIOS y lo amemos a Él.
Dios les bendiga abundantemente.

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