martes, 7 de agosto de 2018

Un momento... UNA LUZ EN MEDIO DE TANTA OSCURIDAD



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
UNA LUZ EN MEDIO DE TANTA OSCURIDAD

Cuando la prioridad es el poder,  se aleja de lo básico, el hombre. Con tristeza vemos niños con armas, hijos que mandan a sus padres a la cárcel, niñas con preservativos en sus carteras, padres que no son capaces de educar a sus hijos porque no tienen la capacidad moral para hacerlo, etc.
Culpables son muchos. Una de ellas, las leyes que rigen en muchas naciones. 
Muchas de las leyes que se están dictando solo están legalizando el pecado. El matrimonio entre personas del mismo sexo, legalizando la droga, la venta libre de armas, el aborto.
Todo eso es PECADO. Legalizar el pecado es estar en contra de DIOS.
Permitiendo que esto pase nuestra conciencia se está cauterizando y cuando escuchamos hablar de la corrupción de políticos, sindicalistas y jueces, o la muerte de muchas personas por esa corrupción, ya nos parece más de lo mismo y no nos duele tanto.
Pero los padres somos los principales responsables en la formación de los hijos, somos los que transmitimos nuestra cultura, valores, respeto, ejemplo de generación a generación.
Debemos educar a nuestros hijos en el temor de DIOS, conforme a Sus leyes, aunque al mundo le parezcan antiguas y fuera de lugar.
Una de las primeras señales de la vida de los cristianos del primer siglo después de Cristo  es el lugar predilecto que tenía las Escrituras en sus vidas.  
La gente de ese tiempo no solo daban importancia a la Palabra de DIOS al buscarla, leerla y respetarla, sino que la protegía, custodiaban, defendían y guardaban.
El hecho de que custodiaban las Escrituras como la Palabra de DIOS no solo era por el valor de este histórico y sagrado documento, sino por el valor moral, espiritual y educacional. 
Sin embargo, lo más importante de los cristianos del primer siglo era que al aceptar la Biblia como la Palabra de DIOS, decidieron regirse a ella en todo su modo de vida.
¿Qué significa apegarse o regirse a la Biblia?
La Palabra de DIOS tenía un lugar predilecto en sus vidas porque la escuchaban, obedecían y enseñaban, significa que la recordaban, la guardaban, la memorizaban y la respetaban. La palabra de DIOS tenía valor tanto moral e intelectual como espiritual y educacional.
Todos, la iglesia en general y cada convertido en particular, después de recibir a Cristo, reconocían, recibían y sometían su vida a obedecer la Palabra de DIOS.
La pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿Qué lugar de importancia tiene la Palabra de DIOS en nuestra vida?
¿Está influyendo la Biblia en la conducta, comportamiento y formación intelectual de nuestros hijos? 
¿Tomamos en cuenta lo que dice DIOS en su Palabra en cada momento de nuestra vida, en cada decisión que tomamos, en cada relación que establecemos, en cada pensamiento, sentimiento, acción y decisión?
¿Cuántas veces la consultamos en el día? ¿Cuántas veces en el día nos detenemos para revisar nuestras acciones a la luz de lo que dice la Biblia?  
La Biblia puede ser comparada con el GPS al que se recurre en momentos, lugares y circunstancias desconocidas.
Cuando una familia está guiada por el temor de DIOS, por la Palabra de DIOS y por una instrucción sabia, a tiempo, y responsable; no solo se garantiza una vida de estabilidad,  alegría, satisfacción, seguridad y de ejemplo en el presente; sino que DIOS promete dar larga vida no solo sobre la tierra, sino después de esta.    
¿Cómo está nuestra vida, estamos viviendo con sabiduría?
Dios les bendiga abundantemente.

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