miércoles, 29 de agosto de 2018

Un momento... ¿QUIÉN DIJO QUE TU NO PUEDES?



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿QUIÉN DIJO QUE TU NO PUEDES?

Hay personas que se vuelven inútiles por decisión propia llevando su estima al nivel más bajo a tal grado que sienten que nada pueden hacer, que no sirven para nada, que no tienen ninguna virtud o habilidad.  

Muchas veces hemos escuchado a muchas personas decir cosas tales como: “Yo nada puedo hacer” “Yo no sirvo para nada”  “A mi nada me ha dado Dios”  “Cuando se repartieron las virtudes, los dones y habilidades, yo llegué tarde”. Sin embargo, todos tenemos algo que DIOS nos ha dado.
DIOS nos ha dado todo, no solo la salvación sino que nos ha capacitado para cumplir su voluntad.
Él nos ha dado dones espirituales, oportunidad para servir y agradar a DIOS.    
La Biblia dice: “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para toda buena obra” Efesios 2.10.
Para DIOS que nos creó, somos una obra de arte, no un producto de ensamblaje, sino alguien hecho por Su mano.  Un diseño hecho a la medida, y deseo de DIOS, él nos hizo basado en su propósito divino. (Salmo 139.13-14)
De manera que todo lo que nos pasa día a día, DIOS lo utiliza para formarnos y  cumplir el propósito por el cual DIOS nos creó, para servirle (Salmo 139.16)
El conformismo de muchos cristianos hoy es asombroso, primero por no valorar lo que Cristo ha hecho en su vida, segundo por falta de amor, agradecimiento y obediencia a DIOS, y tercero por falta de reconocimiento que todo lo que DIOS le ha dado es para que le sea útil.  
 Cada cristiano ha recibido por lo menos un don “carisma” “favor” “habilidad” sobrenatural con la cual puede servir a DIOS y edificar a la iglesia.  
DIOS da los dones para provecho o beneficio de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo (Efesios 4.11-13, Romanos 12.4-5).
Cada cristiano tiene la manifestación de la energía, dínamos, y poder de DIOS para hacer crecer y desarrollar su obra.   Es por ello que, los dones espirituales no son para sentirse superiores que los demás, orgullosos y envanecidos, sino privilegiado y responsable por la edificación y perfección de los santos y bienestar de la iglesia.
Los dones, las habilidades y las virtudes que DIOS le ha dado a cada miembro de la iglesia, jamás deben ser motivo de discusión, celos, y envidia, sino que se deben aprovechar, respetar y usar de buena forma para cumplir el deseo original de DIOS, su gloria y la edificación de la iglesia. 
Después de saber lo que DIOS nos ha dado, el Espíritu Santo, dones espirituales y la manera como Él quiere que los usemos, el apóstol Pablo afirma que lo que DIOS espera de nosotros, es una vida de servicio acompañado de amor (1 Corintios 13.1-3). 
Tenemos lo necesario para poder servir no solo a DIOS y a la iglesia sino a nuestra familia y comunidad. 
En DIOS sí podemos.
Dios les bendiga abundantemente.

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