viernes, 10 de agosto de 2018

Un momento... ¿QUÉ NOS IMPIDE CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS?



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¿QUÉ NOS IMPIDE CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS?

El punto de partida para conocer la voluntad de DIOS es una consagración incondicional. Pero si uno desea avanzar en dicha voluntad, debe eliminar todos los obstáculos.
Si somos obstinados, envidiosos, orgullosos o tenemos pequeños problemas de índole semejante, estamos enfermos espiritualmente y no podremos conocer la voluntad de DIOS.
Si deseamos impedir que nuestro oído escuche algo, no necesitamos taparnos con una vara o cualquier objeto grande; basta con un pequeño dedo. El mismo principio se aplica al conocimiento de la voluntad de DIOS, un pequeño obstáculo será suficiente para impedirnos conocer Su voluntad.
Alguien, una vez, daba un paseo por un jardín. Después de un rato se cansó y se sentó en unas sillas debajo de un árbol. Entonces, dijo: “Hay una estrella brillante en el cielo, pero no puedo verla porque una hoja me impide verla.
Prosiguió mirando al cielo, si alguien se me acerca y me habla de las muchas maneras de ver la estrella, no podría verla aun cuando los métodos de observación que me sugiriera fueran muy buenos.
La razón es que mi posición no es la indicada; estoy parado en el lugar equivocado”.
Las palabras que esa persona nos explican que una pequeña hoja puede impedir que veamos la luz de una enorme estrella.
Muchas veces, cosas muy pequeñas ocultan la voluntad de DIOS. Si después de buscar la voluntad de DIOS muchas veces, no obtenemos una visión clara, la solución no es cambiar de método, sino buscar dentro de nosotros.
Si descubrimos que no podemos conocer la voluntad de DIOS, esto indica que algo se interpone entre nosotros y DIOS. Puede ser que ya DIOS nos haya hablado y que no hayamos estado dispuestos a obedecerlo. Entonces, debemos eliminar estos obstáculos.
Una vez que hayamos puesto fin a estos problemas, conoceremos la voluntad de DIOS.
Para conocer la voluntad de DIOS, debemos prestar atención a la persona más que a los métodos. Nunca olvidemos que el Reino de los Cielos se rige por principios, no por métodos.
También puede suceder que un mismo método no se aplique a todas las personas. 
“Y dijo David a Saúl: no desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo”.
(1 Samuel 17.32).
“Y Saúl vistió a David con sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza”. (Versículo 38). 
“Y ciñó David  su espada sobre sus vestidos, y probó a andar, porque nunca había hecho la prueba. Y dijo David a Saúl: yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas”. (Versículo 39).
David se ofreció para pelear contra Goliat, y Saúl le prestó su armadura. Pero como no le ajustó bien, ni podía caminar con ella, decidió quitársela.
Dadas las diferentes condiciones del hombre, DIOS ha designado diferentes maneras para que éste lo conozca. Algunos le pueden conocer con cierta facilidad, más para otros es muy difícil. En todo caso, DIOS tiene un camino para que el hombre conozca Su voluntad.
Por tal motivo, por todas y cada una de estas razones mencionadas, no debemos tratar de aprender ningún método. Lo que tenemos que hacer es consagrarnos al Señor, eliminar los obstáculos y mantener una relación personal con Él. Simple, concreto y seguro.
Los tiempos han cambiado, pero la vida en el evangelio sigue siendo una vida de dependencia, no de independencia. Sus hijos estamos sujetos a la voluntad de DIOS, no del hombre, pero para cumplirla, debemos conocerla previamente.
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario