domingo, 5 de agosto de 2018

Leyendo... Jeremías capítulo 46



LECTURA DIARIA:
Jeremías capítulo 46

Jeremías estaba en Egipto, habiendo sido llevado allí en contra de su voluntad por el remanente del pueblo de Judá que desobedeció a Dios dirigiéndose hacia Egipto. Aquí Jeremías pronunció profecías contra las diferentes naciones del entorno.

Dios les dijo que le sucedería a Egipto. El remanente que dejó las tierras de Judá descendió a Egipto porque pensaron que allí tendrían paz y abundancia. Dios les dijo que tenía noticias para ellos. La guerra se trasladaría a Egipto, y Nabucodonosor conquistaría también Egipto, cosa que hizo.
Los sobrevivientes de Judá habían cometido un gran error al depositar su confianza en Faraón y en Egipto. Ellos deberían haber depositado su confianza en Dios. Debían haber creído y obedecido al Señor, quien les había advertido detalladamente de las consecuencias que les acarrearía su desobediencia. Sin embargo, a pesar de todo, Jeremías incluyó una hermosa profecía para consolarlos. 
Los que fueron usurpadores de otros, ahora serán usurpados ellos mismos. Egipto es ahora como novilla muy hermosa no acostumbrada al yugo del sometimiento, pero la destrucción viene del norte: los caldeos llegarán. Se habla de consuelo y paz al Israel de Dios, pensando alentarlos cuando los juicios de Dios estén entre las naciones. Él estará con ellos y sólo los corregirá proporcionadamente; y no los castigará con eterna destrucción sacándolos de su presencia.

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