lunes, 27 de agosto de 2018

Un momento... OTRA FACETA DEL RESPETO



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
OTRA FACETA DEL RESPETO

Es posible que a todos nos haya pasado de emitir un juicio de una persona, a veces sin conocerla, pero es más frecuente que hagamos esto acerca de una persona que ya conocemos.
Muchos cristianos indican que no se debe juzgar a otros, y se fundamentan en los siguientes versículos en donde Jesús dijo lo siguiente:
Mateo 7:1 “No juzguéis, para que no seáis juzgados”
Mateo 7:3 “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?”
Leyendo sólo estos versículos parece que no hay que juzgar, pero Jesús mismo también dijo, cuando una multitud lo juzgaba por sanar en el día de reposo, lo siguiente: Juan 7:24 “No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.”
Jesús no dijo que no lo juzgaran, sino que lo juzgaran con justo juicio y no según las apariencias, y así precisamente es como debemos juzgar los cristianos con justo juicio y no según las apariencias.
Santiago en su carta en el capítulo 4 versículos 11 y 12 también habla de esto. El sentido de Santiago es que no emitamos un juicio, opinión, un veredicto acerca de una persona, evento, lugar o cosa con la intención de dañar; y sí lo hacemos debemos ser justo.
Por consiguiente, cuando estamos juzgando injustamente, o a la ligera sin conocimiento, es falta de respeto, no somos objetivos, y la intención no solo es maligna, sino destructiva.  Cuando emitimos un criterio, una opinión y una posición acerca de alguien solo por su apariencia o su forma de pensar, sentir y actuar, se está siendo injusto.
Santiago también dice que murmurar viene a ser una manera de juzgar, quienes usan la ley a su manera, y rechazan la manera como DIOS la ha dejado, es otra manera de juzgar o emitir un veredicto o conclusión acerca de algo o alguien.
El problema está en que cuando hacemos eso, no solo nos convertimos en jueces, sino que estamos desobedeciendo la ley la cual con claridad nos dice que hacer y qué no hacer. 
La misma palabra sugiere la acción de reconocer, valorar, estimar y apreciar lo correcto, bueno y efectivo de una persona. Sin embargo, la idea de Santiago es que había personas que estaban murmurando, hablando, criticando y emitiendo opiniones acerca de alguien.  Hacer esto de manera maligna y mal intencionado es otra faceta de la falta del respeto, y creo que esto se repite mucho consciente e inconscientemente.
El único que tiene derecho y poder para juzgar nuestras vidas es DIOS, quien es el Creador de la ley.  
Hay cosas de las personas que uno puede ver que no están bien, o que hace mal, o que viste mal, actúa mal, lo mejor que se debe hacer es ir donde está la persona y hacerle ver las cosas para el bien de esta persona no es juzgar, pero hacerlo a espaldas es juzgar, es incorrecto.
Aprendamos a respetar a los demás como personas que son. Y si de pronto vemos o escuchamos algo mal en esta persona, busquémosla y con amor hagámoselo saber.
Dios les bendiga abundantemente.

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