domingo, 11 de marzo de 2018

Un momento... PODEMOS ELEGIR: BENDICIÓN O MALDICIÓN



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
PODEMOS ELEGIR: BENDICIÓN O MALDICIÓN

“Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa”.  Proverbios 26. 2.
La Maldición es aquella circunstancia espiritual que consiste en una barrera, o un lazo, o una atadura invisible que ata a la persona con el objetivo de impedirle dos cosas: 1) Le impide VER la bendición de Dios. 2) Le impide RECIBIR la bendición de Dios.
De allí se puede entender por qué es que quienes están bajo alguna maldición no sólo no lo saben, sino que tampoco lo aceptan sencilla y fácilmente. Porque no lo pueden ver. Es indispensable que la Palabra de DIOS alumbre nuestros ojos para que lo veamos, y entonces procedamos a hacer algo al respecto: venir en contra de esa maldición, cancelarla, romperla, revocándola, aprendiendo a revertirla, convirtiéndola en una bendición de DIOS. Las bendiciones, por el contrario, son la parte del plan de DIOS para que nosotros podamos recibir o desatar en nuestras vidas el plan perfecto del Señor para nosotros.
“Bendito sea el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Efesios 1. 3.
Esto quiere decir que DIOS ya nos bendijo y con toda bendición espiritual; en los lugares celestiales. 
¿Cuáles bendiciones? ¿Cuántas? Todas. DIOS hizo provisión de todas las bendiciones. Bendición en nuestra familia, en nuestro corazón, en nuestra mente, en nuestro cuerpo, en nuestro trabajo, en todo. Pero hay factores invisibles que traen esas bendiciones o impiden que vengan. Una de las causas que nos dejan vulnerables a una maldición, es la adoración de falsos dioses.
“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”. Éxodo 1. 3.
La Palabra dice que las maldiciones trascienden el tiempo y pueden alcanzar hasta una, dos, tres, cuatro generaciones. Pero hay una buena noticia: también dice la Palabra que las bendiciones trascienden el tiempo y pueden alcanzar hasta mil generaciones.
Las dos ramas básicas por las que el diablo suele llevar a la gente a los ídolos, son: la rama del conocimiento y la rama del poder. En la primera, el objetivo es aprender para conocer, y en la segunda, el hacer, el ejercer ese conocimiento. La hechicería es la rama del poder que tiene el ocultismo, porque por medio de la hechicería se llega al dominio de las personas. Porque la hechicería es aquello que se hace, sea por manipulación o intimidación, para dominar la voluntad de las personas o las circunstancias.
La hechicería es la expresión de la naturaleza corrupta, rebelde, de la humanidad sin Dios, de la humanidad en su estado caído. Gálatas 5.20 dice que es una obra de la carne, pero esta obra de la carne es la puerta que el enemigo usa para poder entrar. O sea: Lo que el enemigo usa, es el deseo que la gente tiene de dominar a otra gente. 
Se da en el liderazgo de grupos, amistades, matrimonios, política, economía, deportes, y la iglesia, obvia y naturalmente también. Es una puerta por la que pueden entrar demonios a dominar a estas personas y a las demás a través de ellas. Por eso el diablo siempre apunta a quienes ostentan algún poder. Él no se conforma con dominar a dos o tres; él quiere dominar grupos, pueblos, naciones.
La otra rama de lo oculto que es la del conocimiento, trata con la adivinación. Aquí se trata de obtener conocimiento por medios que no son normales ni naturales. La forma más común es la adivinación del futuro: leerle las palmas de las manos, leer el té, la borra del café, el Tarot, la Tabla Ouija, tirar las cartas, son formas de averiguar o adivinar el futuro. Esta rama, llamada SORTILEGIO, ofrece conocimiento sobrenatural del futuro y aquí se incluye toda falsa revelación religiosa que dice tener una fuente sobrenatural.
Cuidemos nuestras vidas de caer en toda fuente de poder y conocimiento que no venga de DIOS porque eso no solo nos aleja de Él, sino que trae maldición a nuestras vidas y nuestros descendientes. 
Dios les bendiga abundantemente.

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