miércoles, 21 de marzo de 2018

Leyendo... Proverbios 30



LECTURA DIARIA:
Proverbios 30

No se sabe nada acerca de Agur excepto que fue un maestro sabio, procedente del reino de Lemuel, pero su estilo, diferente al del resto del libro, expresa las verdades a través de vívidas imágenes que tienen igual fuerza. Sus comentarios son los de un hombre con ojo avizor y mente despierta que interpreta sus observaciones de primera mano sobre la naturaleza y la humanidad.


Debido a que Dios es infinito, ciertos aspectos de su naturaleza seguirán siempre en el misterio.
El contenido de la Palabra de Dios está completo. La Biblia nos advierte contra el intento de sustraer o añadir de su contenido. Justo al final de la Biblia, en Apocalipsis 22.18, e inspirada en la providencia y la sabiduría de Dios, hallamos una afirmación concluyente en cuanto a esto
Proverbios 30:8 Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas, no me des pobreza ni riqueza; dame a comer mi porción de pan,
La oración del versículo 8 de un hombre piadoso nos alerta sobre ciertas realidades que nos pueden alejar de Dios. Manténme del pan necesario: Alude a las necesidades cotidianas.
Poseer mucho dinero quizás resulte peligroso, pero también tener muy poco. Ser pobre puede, en efecto, ser peligroso tanto para la salud espiritual como la física. Por otro lado, ser rico no es la respuesta. Como Jesús lo señaló, los ricos tienen problemas para entrar en el Reino de Dios. Al igual que Pablo, podemos aprender a cómo vivir en escasez y en abundancia, pero nuestras vidas tienen una mejor oportunidad para llegar a ser más eficaces si no tenemos ni «pobreza ni riqueza».
La frase del versículo 13 se refiere a la gente orgullosa y altiva que miran a los demás con desdén. Los versículos 11-14 contienen varias descripciones del altivo.
Los versículos 15-30 son una invitación para mirar la naturaleza desde la perspectiva de un observador sagaz.
Hormigas, conejos, langostas, lagartija: Las características que se identifican en estas criaturas resumen las enseñanzas de todo el libro. Las hormigas demuestran previsión; los conejos, conciencia del peligro; las langostas, cooperación entre sí; la araña, una actividad útil (al eliminar los insectos dañinos). La otra traducción de araña, «lagartija», sería algo aún más elocuente, porque estos animales se consideran todavía hoy, en muchos países, como benéficos moradores de las viviendas. El sabio posee todas estas cualidades.
Las hormigas nos enseñan mucho acerca de la preparación; los conejos acerca de la construcción sabia; las langostas acerca de la cooperación y el orden; y las lagartijas acerca de la intrepidez.
El versículo 32 capta un mal hablado en el proceso de nacer. El que habla se ha engrandecido y está pensando en decir algún mal. El imperativo requiere que se interrumpa el habla y que se calle, un tema repetido.
El versículo 33, la mantequilla, la sangre que sale de la nariz y la ira, son los resultados cuando se presentan tales elementos. Hay un juego de palabras entre la nariz y la ira. Aquí se subraya la importancia del dominio propio en no producir los elementos que anticipan la ira y, entonces, la contienda.

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