jueves, 8 de marzo de 2018

Leyendo... Proverbios 17



LECTURA DIARIA:
Proverbios 17

Las palabras del primer versículo recomiendan el amor y la paz familiar como necesarios para el bienestar de la vida humana.
El siervo sabio es más merecedor que el hijo dispendioso y es más probable que parezca uno de la familia.


Como los metales preciosos se purifican con fuego, así purifica Dios los corazones por medio de la adversidad.
Se requiere de un intenso calor para purificar el oro y la plata. De manera similar, a menudo se requiere del calor de las pruebas para que los cristianos sean purificados. A través de las pruebas, Dios nos muestra lo que hay en nosotros y quita cualquier cosa que se atreviese para que podamos confiar completamente en El.
Pocos actos son tan crueles como burlarse de los menos afortunados, pero muchos lo practican porque les hace sentirse bien ser mejores o tener más éxito que otros. Escarnecer al pobre es burlarse del Dios que los creó. También nos burlamos de Dios cuando ridiculizamos al débil o a los que son diferentes o a cualquiera.
La entrega de algo a cambio de un favor parece bueno a quien lo hace y desafortunadamente, quien lo practica goza a menudo de prosperidad.
Salomón no disculpa el soborno, sino que hace una observación acerca de cómo las cosas actúan en el mundo. El soborno puede hacer que la gente obtenga lo que quiere, pero la Biblia lo condena claramente.
Este proverbio menciona que deberíamos perdonar de buena voluntad a los que han pecado contra nosotros. Olvidar las ofensas es necesario en cualquier relación. Es tentador, sobre todo en una discusión, sacar a la luz todos los errores que la otra persona cometió. Amar, sin embargo, mantiene la boca cerrada, aunque esto sea difícil. Nunca trate de sacar a relucir algo en una discusión que no esté relacionado con el tema a discutir. Conforme crezcamos para llegar a ser iguales a Cristo, adquiriremos la capacidad de Dios para olvidar los errores confesados del pasado.
Ningún animal es tan peligroso como un fatuo en su necedad . Un «fatuo» es alguien que niega la realidad de Dios o rehúsa obedecer sus mandamientos. Sus caminos deben ser evitados. Las características del fatuo, o necio, en Proverbios son las siguientes: Propaga calumnias; disfruta haciendo el mal; trae turbación a su casa; no oye consejos; y se enfurece fácilmente.
La amistad se demuestra mejor, no en los buenos tiempos, sino en momentos de dificultad.
Hay una gran diferencia entre conocer bien a alguien y ser un verdadero amigo. La evidencia más grande de una amistad genuina es la lealtad (amar “en todo tiempo”), estar listo para ayudar en los momentos de aflicción o de luchas personales.
El corazón alegre constituye buen remedio.
La necedad se manifiesta al hablar. Conviene tener cuidado al hacerlo.
Aquí se destaca varios beneficios de guardar silencio: (1) es lo mejor si no tiene nada valioso que decir; (2) le da la oportunidad de escuchar y aprender; (3) le da algo en común con los sabios. Asegurémonos de utilizar momentos de silencio para pensar y escuchar para que así cuando hablemos, tengamos algo importante que decir.

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