lunes, 17 de julio de 2017

UN MOMENTO... VIVIENDO EXCELENTEMENTE

La imagen puede contener: texto

UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
VIVIENDO EXCELENTEMENTE

¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala”…
(Santiago 4. 13 – 16).

Por alguna razón desconocida, el malo es el popular, la mayoría de nosotros tuvimos cuando estudiábamos un compañero o una compañera de clase que formaba parte del grupo de los populares, aquellos que faltaban a clase, que cuando venían no dejaban a los profesores explicar, los que se pasaban el día sin tocar u libro solo metidos en líos. Esta chica o este chico era parte de ese grupo, le gustaba serlo, pero había en un punto que era muy diferente a ellos, sin prácticamente esfuerzo era capaz de sacar buenas notas. Recuerdo una ocasión que en un examen sacó un sobresaliente, lo normal para cualquier persona, para mí mismo, habría sido alegrarse, pero ella vergonzosa rápidamente escondió su nota, y una lágrima calló por su mejilla. Este sobresaliente le alejaba un poco de ese grupo al que ella pertenecía.
Parece que hacer las cosas mal está bien valorado en nuestras vidas, que aquello que es malo es mucho más apetecible que hacer lo bueno, pero debemos tener mucho cuidado, esto no es así con DIOS. 
DIOS no se conforma con que no hagamos lo malo, sino que “a aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.” Y esto afecta a absolutamente nuestra vida entera.
Exaltamos a aquellos que son malos ejemplos, cuando alguien cuenta como ha engañado a hacienda con algún truco contable decimos que es una persona lista, aquel que rompe todas las normas y no lo descubren tiene gente que le halaga su inteligencia y lo listo que es para hacer las cosas mal y no ser cazado. 
Pero que distinta es la visión de DIOS, Él amplifica el radio de acción de nuestros hechos, ya no solamente hacer las cosas mal tienen son consideradas pecado, sino que incluso aquello que hacemos con desgana, que podríamos hacerlo bien, pero no queremos hacerlo se convierte en una falta a la ley de DIOS, nos convierte en transgresores.
Esto conlleva muchas cosas, cuando se te da bien cocinar y cocinas con desgana y de cualquier forma estas pecando. Es más agradable a DIOS aquel que cocina algo con amor y empeño y luego el sabor es desagradable que aquel que teniendo mucho conocimiento y logrando un gran resultado lo hace de cualquier forma. 
La manera que hacemos las cosas afectan nuestra espiritualidad, cuando no estamos contentos con nuestras condiciones laborales y bajamos nuestra calidad de trabajo, pecamos. Cuando hacemos las cosas de cualquier manera porque los demás no se esfuerzan, pecamos. Cuando te cansas de ver que todo el mundo pasa de algo que se debiera hacer, y tú decides no hacerlo o hacerlo de mala gana, estas pecando. 
Porque si tienes la capacidad de hacer algo bien, estás obligado a hacerlo bien, no por quienes te rodean, no por ti mismo, sino para la gloria de DIOS.

¿Cómo se plantea el día de hoy? 
Huye del pecado de la indiferencia, “entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de DIOS.” 
Hoy es una gran oportunidad no solo para no pecar sino para vivir excelentemente para la gloria de DIOS. ¿Aceptas el reto?
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario