domingo, 30 de julio de 2017

LEYENDO... Ester capítulo 1


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LECTURA DIARIA:
Ester capítulo 1

La historia de Ester comienza 103 años después de que Nabucodonosor se llevara cautivos a los judíos (2 Reyes 25), 54 años después de que Zorobabel guiara al primer grupo de cautivos de regreso a Jerusalén (Esdras 1, 2) y 25 años antes que Esdras guiara al segundo grupo a Jerusalén (Esdras 7). Ester vivía en el reino de Persia, el reino que dominaba el Medio Oriente después de la caída de Babilonia. Los padres de Ester debieron estar entre aquellos cautivos que decidieron no regresar a Jerusalén, aun cuando Ciro, el rey en ese tiempo, había emitido un decreto permitiéndolo. Los cautivos judíos tenían gran libertad en Persia, y muchos permanecieron ahí debido a que ya se habían establecido o tenían miedo de hacer el peligroso viaje de regreso a su tierra natal. 
Asuero, también llamado Jerjes el Grande, fue el quinto rey de Persia (486-465 a.C.). Su palacio de invierno estaba en Susa, donde llevó a cabo el banquete descrito en 1.3-7. 
Ester vivía en la capital del vasto Imperio Medo-Persa, que había incorporado las provincias de Media, Persia, así como los imperios anteriores de Asiria y Babilonia. Ester, una judía, fue elegida por el rey Asuero para ser su reina. 
La reina Vasti, que era la esposa de Asuero, se negó a exhibirse ante el grupo de varones del rey, posiblemente porque iba en contra de las costumbres persas el que una mujer se presentara delante de una reunión pública de hombres. Este conflicto entre la costumbre persa y la orden del rey la colocó en una situación difícil, y decidió rechazar la orden de su esposo ya que estaba ebrio, esperando que más tarde volviera a sus cabales. 
Una vez dada una orden, un rey persa no podía retractarse, si se hubiera percibido que no tenía autoridad sobre su esposa, se hubiera visto en peligro su credibilidad militar, el más importante criterio de éxito para cualquier rey de la antigüedad. Además, el rey Asuero estaba acostumbrado a obtener lo que quería. Asuero, como la mayoría de los gobernantes del pasado y de la actualidad, tenía un puñado de consejeros a los que consultaba en la mayoría de sus asuntos. 
A menudo, los reyes del Medio Oriente no tenían relaciones personales cercanas con sus esposas. Asuero demostró esto debido a que (1) tenía un harem (2.3), (2) no mostró ningún respeto por la persona de Vasti (1.10-12), y (3) Ester, cuando llegó a ser reina, no lo vio durante largos períodos.

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