UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
TENEMOS TRABAJO POR HACER
"Pero vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu. Pero vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Y tened misericordia de algunos que dudan; a otros, salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne." (Judas 1. 17 – 23).
Uno de los problemas que tienen las iglesias más grandes es ser capaz de que todos los miembros de la iglesia se sientan útiles y puedan trabajar. Como esto en ocasiones es difícil se ha puesto de moda la creación de departamentos de manera que todos se sientan útiles, el departamento de eventos, el departamento de bienvenida, el departamento de acomodamiento, etc. Obviamente esto no es malo, pero si se convierte en algo negativo cuando su objetivo es dar utilidad solamente a las personas que forman la iglesia.
Judas nos da algunos consejos para dar utilidad a todos, "Pero vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu. Pero vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Y tened misericordia de algunos que dudan; a otros, salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne."
Judas nos insta a cinco funciones que todos podemos hacer y que deberían ser suficientes para sentirnos útiles.
Edificándoos en vuestra santísima fe: Cada uno de los que formamos la iglesia tenemos la obligación de edificarnos unos a los otros en nuestra fe, de compartir con otros las grandes cosas que el Señor ha hecho en nuestras vidas, porque esto fortalece nuestra fe.
Orando en el Espíritu Santo: Esto es algo vital, orar en el Espíritu Santo es orar con sensibilidad en nuestra intimidad, sin duda esto es un pilar básico que toda iglesia necesita.
Conservaos en el amor de DIOS: En un mundo donde se nos incita a buscar nuestro propio bienestar es imprescindible que nos conservemos en el amor de DIOS, que su amor sea el que gobierne nuestras vidas y seamos capaces de imitar su amor sacrificial e incondicional.
Esperad la misericordia del Señor para vida eterna: Debemos amar la venida del Señor y compartir con otros nuestro deseo y paciencia, porque esto conforta el alma.
Tened misericordia de los que dudan: La preocupación por aquellos que flojean es básica, sabiendo que nosotros mismos podemos convertirnos en cualquier momento en uno de ellos y debemos preocuparnos tanto en oración como en dedicarles de nuestro tiempo.
Debemos ocupar el tiempo en edificar nuestra vida en DIOS cada día para poder crecer en la fe y sostenernos de la mano del Señor hasta Su venida.
Dios les bendiga abundantemente.
TENEMOS TRABAJO POR HACER
"Pero vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu. Pero vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Y tened misericordia de algunos que dudan; a otros, salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne." (Judas 1. 17 – 23).
Uno de los problemas que tienen las iglesias más grandes es ser capaz de que todos los miembros de la iglesia se sientan útiles y puedan trabajar. Como esto en ocasiones es difícil se ha puesto de moda la creación de departamentos de manera que todos se sientan útiles, el departamento de eventos, el departamento de bienvenida, el departamento de acomodamiento, etc. Obviamente esto no es malo, pero si se convierte en algo negativo cuando su objetivo es dar utilidad solamente a las personas que forman la iglesia.
Judas nos da algunos consejos para dar utilidad a todos, "Pero vosotros, amados, acordaos de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu. Pero vosotros, amados, edificándoos en vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. Y tened misericordia de algunos que dudan; a otros, salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por la carne."
Judas nos insta a cinco funciones que todos podemos hacer y que deberían ser suficientes para sentirnos útiles.
Edificándoos en vuestra santísima fe: Cada uno de los que formamos la iglesia tenemos la obligación de edificarnos unos a los otros en nuestra fe, de compartir con otros las grandes cosas que el Señor ha hecho en nuestras vidas, porque esto fortalece nuestra fe.
Orando en el Espíritu Santo: Esto es algo vital, orar en el Espíritu Santo es orar con sensibilidad en nuestra intimidad, sin duda esto es un pilar básico que toda iglesia necesita.
Conservaos en el amor de DIOS: En un mundo donde se nos incita a buscar nuestro propio bienestar es imprescindible que nos conservemos en el amor de DIOS, que su amor sea el que gobierne nuestras vidas y seamos capaces de imitar su amor sacrificial e incondicional.
Esperad la misericordia del Señor para vida eterna: Debemos amar la venida del Señor y compartir con otros nuestro deseo y paciencia, porque esto conforta el alma.
Tened misericordia de los que dudan: La preocupación por aquellos que flojean es básica, sabiendo que nosotros mismos podemos convertirnos en cualquier momento en uno de ellos y debemos preocuparnos tanto en oración como en dedicarles de nuestro tiempo.
Debemos ocupar el tiempo en edificar nuestra vida en DIOS cada día para poder crecer en la fe y sostenernos de la mano del Señor hasta Su venida.
Dios les bendiga abundantemente.
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