domingo, 23 de julio de 2017

LEYENDO... Nehemías capítulo 8

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LECTURA DIARIA:
Nehemías capítulo 8

Esta es la primera mención que se hace de Esdras en este libro. Había llegado a Jerusalén desde Babilonia aproximadamente trece años antes que Nehemías.
Esdras y Nehemías eran contemporáneos, a pesar de que Esdras era probablemente mucho mayor. Nehemías, como gobernador, era el líder político y Esdras, como sacerdote y escriba, era el líder religioso. Un escriba, en esos días, era una combinación de abogado, notario público, erudito y asesor jurídico. Los escribas eran de las personas más educadas, por lo tanto eran maestros. Sin duda los judíos habrían querido establecer otra vez un reino como en los días de David, pero esto hubiera sido señal de rebelión en contra del rey de Persia a quien estaban sometidos. La mejor alternativa era dividir el liderazgo entre Nehemías y Esdras.
El libro de la Ley de Moisés era probablemente el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia. El pueblo prestó mucha atención a Esdras cuando leyó la Palabra de Dios, y su vida cambió. 
Esdras era el líder religioso, no Nehemías. Es importante que Nehemías fuera un laico, no un miembro del círculo religioso ni un profeta. Motivado por su relación con Dios, dedicó su vida a hacer la voluntad de Dios en el mundo secular. 
El pueblo lloró abiertamente cuando escuchó las leyes de Dios y se dio cuenta de lo lejos que estaban de obedecerlas. Sin embargo, Esdras les dijo que debían estar llenos de gozo ya que tenían la oportunidad de escuchar y comprender la Palabra de Dios. Luego les dijo que celebraran y dieran presentes a los que tuvieran necesidad.
La Fiesta de los Tabernáculos (o Fiesta de las Cabañas) fue restituida. Era una festividad igual a la que celebró Josué, y aún el pueblo judío la celebra cada otoño en todo el mundo.
Después de que Esdras leyó las leyes de Dios al pueblo, las estudió y luego actuó en consecuencia. 
Durante la Fiesta de los Tabernáculos que duraba siete días, el pueblo vivía en chozas hechas de ramas. Esta práctica fue instituida como un recordatorio de su rescate de Egipto y el tiempo que pasaron en tabernáculos (Levíticos 23.43)
Tenían que pensar en la protección y la dirección de Dios durante los años que vagaron y en el hecho de que Dios seguiría protegiéndolos y guiándolos si lo obedecían. Era un momento de recordar sus orígenes, el lugar de donde provenían.

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