sábado, 15 de julio de 2017

UN MOMENTO... LA HUMILDAD LA SOLUCIÓN AL ORGULLO

La imagen puede contener: texto

UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA HUMILDAD LA SOLUCIÓN AL ORGULLO

“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará”. (Santiago 4. 4 – 10).

No hay nada malo en querer una vida placentera. DIOS nos da buenos dones para que los disfrutemos. Pero tener amistad con el mundo implica buscar placer a expensas de los demás o a expensas de obedecer a DIOS. 
El placer que impide que agrademos a DIOS es pecado; el placer que procede de la abundante generosidad de DIOS es bueno.
La cura para los malos deseos es la humildad. El orgullo nos hace egocéntricos y nos lleva a pensar que tenemos derecho a todo lo que podemos ver, tocar o imaginar. Crea apetitos codiciosos de obtener más de lo que necesitamos. Podemos ser librados de nuestros deseos egocéntricos al humillarnos delante de DIOS, tomando conciencia de que lo único que necesitamos es su aprobación. Cuando su Espíritu Santo nos llena, nos damos cuenta de que las atracciones seductoras del mundo son solo sustitutos baratos en comparación con lo que DIOS nos ofrece. 
Aunque DIOS y Satanás están en guerra, no tenemos que esperar hasta el final para ver quién ganará. DIOS ya venció a satanás, y cuando Cristo vuelva, satanás y todos sus aliados serán eliminados para siempre. 
Sin embargo, Satanás está aquí ahora, y procura convertirnos a su maligna causa. Con el poder del Espíritu Santo en nuestra vida, podemos resistir a Satanás, y él huirá de nosotros.
¿Cómo podemos acercarnos a DIOS? Santiago nos da cinco maneras: 
1 Sométanse a DIOS (4.7). Ríndase a su autoridad y voluntad, y entregue su vida a El y a su control, y esté deseoso de seguirlo. 2 Resista al diablo (4.7). No permita que Satanás lo seduzca y tiente. 3 Limpiad las manos... purificad vuestros corazones (es decir, lleve una vida pura) (4.8). Límpiese del pecado; sustituya sus deseos de pecar por los deseos de experimentar la pureza de DIOS. 4 Afligíos, y lamentad, y llorad con sincero pesar por sus pecados (4.9). No tenga temor de expresar profunda tristeza de corazón por lo que usted ha hecho. 5 Humillaos delante del Señor, y El lo pondrá en alto (4.10; 1 de Pedro 5:6). 
Humillarnos significa reconocer que nuestro valor viene solo de DIOS. Ser humilde implica el actuar con su poder de acuerdo con su guía, no con nuestros propios esfuerzos. 
Aunque no merecemos su favor, El nos ama y nos da valor y dignidad a pesar de nuestros defectos humanos. 
Dios los bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario