martes, 18 de julio de 2017

UN MOMENTO... HAS SIEMPRE LO BUENO

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UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
HAS SIEMPRE LO BUENO

“A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado.”
(Santiago 4. 17)

La ignorancia o el desconocimiento de la palabra de DIOS es un mal que ha perjudicado al pueblo de DIOS, desde tiempos antiguos. El problema de la ignorancia o falta de conocimiento de la voluntad de DIOS perjudico al pueblo de Israel por siglos. (Oseas 4.6) 
Pero la ignorancia de ellos no era sólo porque no se les enseñara, también era porque no querían recibir la verdad. Esto les trajo destrucción, esto produjo la ira y el castigo de DIOS sobre ellos.
Ahora bien, ¿cómo verá DIOS aquellos que teniendo conocimiento, no quieren obedecer? 
Aquellos que conociendo la voluntad de DIOS, no se sujetan a ella. El pecado es el gran obstáculo entre DIOS y la humanidad, lo que realmente nos separa de DIOS es el pecado. (Isaías 59.2)
Pero es más grave que conociendo la voluntad de DIOS, no hagamos lo que Él quiere de nosotros. (Santiago 4.17) 
Nos inclinamos a pensar que hacer lo malo es pecado. Pero Santiago nos dice que pecado es también no hacer lo bueno. A esas dos clases de pecado algunas veces se les llama pecados de comisión y pecados de omisión.
Es pecado mentir; también puede ser pecado saber la verdad y no decirla. 
Es pecado hablar mal de alguien; también es pecado despreciarlo cuando sabemos que esa persona necesita nuestra amistad. Debemos estar dispuestos a ayudar según nos guíe el Espíritu Santo. 
Si DIOS nos dirige a hacer un acto bondadoso, a rendir un servicio o a restaurar una relación, hágalo. Experimentará una renovada vitalidad en su fe cristiana. 
Cuando nuestro hablar es motivado por satanás está lleno de celos amargos, ambición egoísta, preocupaciones y deseos terrenales, pensamientos e ideas no espirituales, desorden maldad. 
Cuando nuestro hablar es motivado por DIOS y su sabiduría está lleno de misericordia, amor por otros, paz, cortesía, sumisión, sinceridad, imparcialidad y justicia.
Nuestros labios deben estar gobernados por la ley de la bondad, la verdad y la justicia. 
Tenemos la ley de DIOS, que es regla para todo; no presumamos de poner nuestras propias nociones y opiniones como regla a los que nos rodean, y tengamos cuidado de no ser condenados por el Señor. 
Todo lo que pensemos y todo lo que hagamos debe depender con sumisión de DIOS. 
Los pecados de omisión y los de comisión serán llevados a juicio. Será condenado tanto aquel que no hace el bien que sabe debe hacer y el que hace el mal que sabe que no debe hacer. 
Queridos hermanos esforcémonos por hacer las obras que DIOS quiere que hagamos, no nos hagamos rebeldes. Si sabemos hacer lo bueno, pues hagámoslo.
Dios les bendiga abundantemente.

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