lunes, 19 de noviembre de 2018

Un momento... ¡CUIDADO VIENEN LOS FALSOS PROFETAS!



UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
¡CUIDADO VIENEN LOS FALSOS PROFETAS!

La Biblia indica claramente que al final de nuestra era surgirá una oleada de falsos profetas.
Serán hombres obstinados y orgullosos, que quizás afecten la vida de creyentes.

Con el paso del tiempo surgirán muchos falsos maestros empeñados en alejar a personas sinceras de la verdadera obra de DIOS. Siempre ha sido así. El apóstol Pablo tuvo que hacer esta advertencia a los ancianos de Éfeso: “Sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hechos 20.29-30). Y el mismo Jesús también nos advirtió: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos…? Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7.15-16, 20)
Pablo le advirtió a Timoteo que reiterara la “sana doctrina”, diciéndole: “Te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio y de buena conciencia y de fe no fingida” (1 Timoteo 1.3-5)
Las doctrinas verdaderas afirman los mandamientos de Dios basados en el amor  y el servicio. Todo ministro verdadero de Jesucristo hace énfasis en este modo de vida. Los verdaderos ministros de Cristo muestran humildad y hacen todo lo que pueden por animar y servir al pueblo de DIOS.
El apóstol Pedro en su primera carta les dijo a los ministros supervisados por él que no ejercieran “señorío sobre los que están a vuestro cuidado”, sino que fueran “ejemplos” para los fieles (1 Pedro 5.3). Luego prosiguió: “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuando fuere tiempo” (vs. 5-6).
En los tiempos apostólicos, cuando uno de los primeros profetas falsos comenzaba a engañar a la gente, dice la Biblia que ese individuo andaba “haciéndose pasar por algún grande” (Hechos 8.9)
La gran rebelión final contra DIOS estará encabezada por un individuo orgulloso y obstinado, “el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama DIOS o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de DIOS como DIOS, haciéndose pasar por DIOS” (2 Tesalonicenses 2.4)
Por tanto, cuando un individuo, cualquiera que sea, pretenda “nombrarse apóstol” o proclamarse “profeta”, ¡tengamos cuidado! DIOS nos advierte una y otra vez: “El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido” (Mateo 23.12); vea también Lucas 14.11; 18.14 )
Para triunfar en el camino a la vida eterna, recordemos siempre la magnífica descripción del verdadero cristianismo en esta frase del apóstol Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2.20)
Antes de aceptar las enseñanzas de cualquier “profeta” o “apóstol”, hagámonos estas preguntas: “¿Estará esta persona influyendo en mí para que el verdadero Cristo de la Biblia viva su vida en mí por medio del Espíritu Santo? O, ¿hace falta algo?”
¡Lo que “falta” puede marcar la diferencia entre vida eterna y muerte eterna! Jesucristo nos advirtió: “Vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalipsis 3.11)
Dios les bendiga abundantemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario