lunes, 12 de noviembre de 2018

Leyendo... Amós capítulo 5



LECTURA DIARIA:
Amós capítulo 5

Amós estremeció a su audiencia al cantar una canción de duelo por ellos como si ya hubieran sido destruidos.
Los israelitas creían que su riqueza y su ritual religioso los mantenía a salvo, pero Amós lamentó su destrucción segura.
El profeta captó la atención de sus oyentes con un canto fúnebre sobre la nación empleando la metáfora de una virgen que murió siendo aún jovencita.
Amós empleó la frase en hebreo Ko amar Yahweh: Así ha dicho Jehová para presentar un mandato y una prohibición. Hay que buscar a Dios con sinceridad en lugar de hacer múltiples viajes a distintos santuarios que no van a producir ningún resultado positivo. Amós le da un significado mucho más profundo a buscar una relación estrecha con Dios con el deseo de conocer su voluntad y cumplirla.
Betel era un centro cúltico en el Reino del Norte y una de las ciudades más importantes en el AT.
Amós fue a Betel para predicar contra los cultos y asambleas que se practicaban allí pero que carecían de sentido. En este lugar Amós encontraría a muchos de los opresores de los pobres, personas que ponían sus propios intereses por encima de su deber ético.
Amós atacó a los jueces que se dejaban comprar y que abusaban de su posición en la administración de justicia. No solamente eso, ellos rechazaban el mismo sistema de los tribunales, la credibilidad de los testigos y de los que allí decían la verdad.
El pasaje de Amos 5.16-17 se refiere a Éxodo 12.12; 12.23 cuando Dios “pasó en medio de” los egipcios y destruyó a todos los primogénitos, excepto los de Israel. En 5.18 se refiere a una tradición muy antigua y popular que el día de Jehová sería un día de triunfo y liberación para la nación. Amós proclamó que el verdadero día de Jehová será todo lo contrario; será un día de oscuridad, no de luz. Empleó la metáfora de uno que huye de un león para encontrarse con un oso enorme y al escaparse de este se apoya sobre la pared de una pieza interior de su casa y allí lo muerde una serpiente venenosa. El culto lujoso y abundante no sirve para nada. Amós anuncia que lo que Dios desea es que corra el juicio derecho como agua y la justicia como arroyo permanente, que penetre a todo nivel de la sociedad y a cada institución del estado.
A partir de este momento Amós lanzó al mundo un concepto nuevo de la justicia. No consiste en decisiones o actitudes; es acción que se ve, como uno puede observar el movimiento de la corriente de un río.
Las ceremonias y fiestas religiosas carecen de valor si los que las realizan se olvidan de lo más importante: la justicia y la honradez en la relación con el prójimo. Los hebreos no tenían un sistema de sacrificios tan complicado durante sus cuarenta años de vida en el desierto, y a pesar de eso vivían más cerca de Dios. Dios les perdonó su culto primitivo a los dioses que habían conocido en Egipto. Pero ahora, ya que tenían mejor conocimiento y no seguían fielmente al Dios verdadero, estaban destinados a un lugar de destierro más allá de Damasco.

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