viernes, 9 de noviembre de 2018

Leyendo... Amós capítulo 2



LECTURA DIARIA:
Amós capítulo 2

Moab estaba situada al este del Mar Muerto, con su frontera septentrional a lo largo del río Arnón.
Quemó los huesos : Este acto era considerado un ultraje de acuerdo con las costumbres de esa época.
Los moabitas descendían de la relación incestuosa de Lot con su hija mayor. Balac, rey de Moab, trató de contratar a un vidente, Balaam, para maldecir a los israelitas para que pudieran ser derrotados (Números 22-24). Balaam se negó, sin embargo, algunos moabitas tuvieron éxito al hacer que Israel adorara a Baal. Los moabitas eran conocidos por sus atrocidades.
Los dos últimos oráculos están dirigidos contra el pueblo de Dios. Sugieren una larga historia de rebelión y una falta de gratitud.
El juicio de Judá no se debe a ninguna atrocidad que hubiese cometido contra otro estado o pueblo, sino por haber roto su contrato con Jehová.
Amós se ganó a su audiencia cuando proclamó el castigo de Dios en contra de las naciones malvadas que rodeaban a Israel. Incluso habló en contra de su propia nación, Judá, antes de enfocase al inminente castigo de Dios sobre Israel.
Dios juzgó severamente a otras naciones por sus malas acciones y atrocidades. Sin embargo, también prometió juzgar a Israel y a Judá debido a que pasaron por alto la Palabra revelada de Dios. Las otras naciones no la conocían, pero Judá e Israel, el pueblo de Dios, sabía lo que Dios quería. Aun así continuaron ignorándolo, y se unieron a las naciones paganas para adorar a sus ídolos.
Aunque su ministerio profético tenía que ver fundamentalmente con Israel, Amós profetizó también que el fuego consumiría a Judá, la cual cayó en poder de Babilonia en el 587 a.C.
Amós habló a la clase alta. No había clase media en la nación, solo los muy ricos y los muy pobres. Los ricos observaban los rituales religiosos. Daban diezmos extras, asistían a los lugares de adoración y ofrecían sacrificios. Sin embargo, eran codiciosos e injustos, y se aprovechaban de los indefensos.

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