jueves, 10 de mayo de 2018

Leyendo... Isaías capítulo 26



LECTURA DIARIA:
Isaías capítulo 26

Continúa el cántico de alabanza del capítulo anterior. En aquel día revela otra vez su carácter apocalíptico. Fuerte ciudad, se refiere a Jerusalén, la cual es un símbolo de la salvación del pueblo de Dios.
La gente alabará a Dios en el Día de Jehová cuando Cristo establezca su Reino. El capítulo 26 es un salmo de confianza, alabanza y meditación. Una vez más, Dios reveló el futuro a Isaías.

La completa paz de la que habla el versículo 3, se expresa en hebreo por shalom, shalom, de acuerdo con la costumbre hebrea de repetir las palabras para enfatizar algo.
Cuando habla de: “Tú guardarás . . . a aquel” es todo lo que implica la palabra shalom  salud, felicidad, bienestar, paz. La palabra traducida pensamiento significa «imaginación». Lo que Isaías dice es que aquel cuya imaginación creativa (su capacidad de concebir proyectos e ideas), descansa firmemente en el Dios eterno, disfrutará de la paz en todas sus manifestaciones.
Nunca podremos evitar los conflictos en el mundo que nos rodea, pero con Dios conoceremos la paz perfecta aun en medio del caos. Cuando nos entregamos a Él, nuestra actitud es firme y estable. Apoyados por el amor inalterable y el gran poder de Dios, la confusión que nos rodea no nos conmoverá.
Los juicios de Dios son una parte vital de la justicia que se enseña a los no redimidos.
En ocasiones «el camino del justo» no parece ser tan apacible y no es muy fácil hacer la voluntad de Dios, pero nunca estaremos solos cuando nos enfrentemos a tiempos difíciles. Dios está ahí para ayudarnos en nuestras dificultades, para consolarnos y para guiarnos. Dios lo hace al darnos un propósito (guardando nuestras mentes centradas en El) y entregarnos sus provisiones a medida que avanzamos. Dios nos ofrece relaciones de familia, amigos y mentores. Nos da sabiduría para tomar decisiones y fe para confiar en Él.
Aun el malvado recibe los beneficios de Dios, pero eso no le prepara para ser bueno. A veces el juicio de Dios nos enseña más que sus buenas dádivas.
La resurrección de los justos reafirma la esperanza de vida eterna.
Algunas personas dicen que no hay vida después de la muerte. Otros creen que la hay, pero que no es física. Sin embargo, Isaías nos dice que nuestros cuerpos resucitarán. De acuerdo con 1 de Corintios 15.50-53, todos los muertos en Cristo se levantarán con cuerpos nuevos e incorruptibles semejante al que tuvo Jesús cuando resucitó.
Isaias 26.19 no es el único versículo del Antiguo Testamento que habla de la resurrección.
Los versículos 20 y 21 ofrecen una palabra de esperanza al fiel remanente que espera por la intervención de Dios.
Cuando Dios venga a juzgar la tierra, el culpable no encontrará dónde esconderse, ya que Su verdad, como una luz brillante en un rincón oscuro, las revelará.



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