UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA
IMPORTANCIA DE LA CONFIANZA
Hoy
en día se ha puesto de moda la compra y venta vía internet.
En vista de la gran
cantidad de compradores y vendedores que hay en este tipo de mercados, una de
las preguntas que más nos formulamos es si la persona que me va a vender
determinado producto es confiable. Para ello uno puede revisar las evaluaciones
y comentarios que anteriores compradores han dejado respecto del vendedor.
El
mercado que pueda tener un vendedor depende en gran medida de la reputación que
adquiera a partir de dichos comentarios.
Esto
que hoy en día se pone de manifiesto por medio de estas evaluaciones y
comentarios, es algo que siempre ha estado presente en las sociedades.
La
reputación juega en gran medida en favor o en contra de una persona.
Antes
se sabía que una persona cuya reputación se había visto manchada tenía pocas
posibilidades de seguir adelante en sus negocios. De igual manera, es
interesante observar la solidez que tenía un contrato hecho de palabra. Si alguien
con honor daba su palabra, esta bastaba para hacer cualquier negociación.
La
solidez y el fortalecimiento de muchas sociedades se ha basado en la confianza
de la cual es digna su población.
Una
sociedad solida se fundamenta en la confianza, en la capacidad de dar fe del
quehacer del otro.
El
apóstol Pablo en Efesios 4, nos invita a dejar de lado la falsedad como pedido
primario de la nueva vida en Cristo, y lo hace consciente de las consecuencias
nefastas que pueden ocasionar las mentiras sobre las sociedades, las
comunidades y los hogares.
“Por
lo tanto, ya no mientan más, sino diga cada uno la verdad a su prójimo, porque
todos somos miembros de un mismo cuerpo. Si se enojan, no pequen; que el
enojo no les dure todo el día. No le den oportunidad al diablo. El que
robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un buen trabajo con sus
manos para que tenga algo que dar a los necesitados. No digan malas palabras,
sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a
quienes las escuchen. No hagan que se entristezca el Espíritu Santo de
Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como propiedad de
Dios el día en que él les dé la liberación definitiva”. (Efesios 4.25-30)
No
hay relación que no corra peligro cuando nuestro hablar se vuelve dudoso.
Aun
los amigos más cercanos pueden considerar nuestras palabras más honestas como
inciertas cuando han sido testigos de nuestras mentiras, de nuestros engaños y
de nuestras falsedades.
La
familia es la primera y más afectada de todas nuestras relaciones por causa de
la mentira. Es el vínculo más íntimo en nuestra vida. Es la relación con quien
más contacto tenemos y con quienes más lazos nos unen.
Pablo
advierte lo que puede ocasionar la falsedad, el obrar con engaños y por ello,
sus advertencias a la nueva comunidad en Cristo empiezan directamente
advirtiendo acerca de nuestra honestidad, nuestra veracidad, nuestra
confiabilidad.
Sólo
en la medida en que logremos construir una inquebrantable reputación de ser
personas inamovibles en nuestros principios, lograremos verdaderas amistades,
sólidas relaciones y aún gran confianza laboral.
El
mentiroso, con su reputación pierde a su familia, a sus amistades, y aún sus
posibilidades laborales.
Ser
veraces es algo que se va construyendo día a día. No podemos ser veraces en el
trabajo y falaces en el hogar. La persona que tal cosa intenta simplemente está
poniéndose una máscara en el trabajo. Tarde o temprano dicha máscara caerá y
mostrará la verdad que buscaba ocultar.
La
cualidad de ser confiables es una forma de ser y no tan sólo una máscara que
nos ponemos para determinadas actividades.
Pablo
es consciente de la amenaza que es en sí misma la falsedad. No basta con
moderarla. No es suficiente con amenazarla. La misma presencia de todo vestigio
de falsedad en nuestras vidas es una seria amenaza a todo nuestro ser. Por
ello, es preferible desterrarla por completo de nuestras vidas.
Hablando
con la verdad somos entes de transformación en nuestras sociedades. A esto nos
llamó DIOS. Hablemos siempre con la verdad. Seamos sinceros, transparentes,
dignos de confianza.
Dios
les bendiga abundantemente.
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