LECTURA
DIARIA:
Nahúm
Introducción
Nahum
sirvió como profeta para Judá y Asiria desde el año 663 al 654 a.C. Manasés,
uno de los reyes más perversos de Judá, gobernaba la tierra.
Abiertamente
desafió a Dios y persiguió a su pueblo. Asiria, la potencia mundial de esa
época, hizo de Judá un súbdito. El pueblo de Judá quería ser como los asirios,
quienes parecían tener todo el poder y las posesiones que querían. El poderoso
imperio asirio que oprimía al pueblo de Dios pronto caería. Fue contemporáneo
de Sofonías (640-621)
El
mensaje de Nahúm es la única profecía del AT que se identifica como un libro.
Nínive,
como representante de todo el imperio asirio, era una ciudad magnífica,
localizada en la orilla oriental del río Tigris, en el moderno Irak. Fue
fundada por Nimrod y estaba rodeada de un muro de casi 12 km de circunferencia.
La ciudad llegó a tener aproximadamente 300.000 habitantes dentro del perímetro
urbano.
Nahúm,
como Jonás, fue un profeta en Nínive, la capital del Imperio Asirio.
Un
siglo antes, Jonás vio a la ciudad arrepentirse, pero esta cayó de nuevo en la
maldad. Asiria, la potencia mundial que controlaba el Creciente Fértil, parecía
incontenible. Sus salvajes y rudos guerreros conquistaron Israel, el reino del
norte, y le provocaban gran sufrimiento a Judá.
Por
lo tanto, Nahúm proclamó la ira de Dios en contra de la maldad de Asiria. En
muy pocas décadas, Babilonia derribaría a Nínive.
Nahúm
escribió de forma poética, usando la imaginería y el simbolismo. Su tono hacia
Nínive es notablemente hostil, especialmente en los capítulos 2 y 3, que describen la destrucción y
humillación de la ciudad. Es importante reconocer que tras la ira del Señor
hacia Nínive hay un profundo sentimiento de preocupación por el sufrimiento de
las muchas personas a quienes Asiria había conquistado, asesinado, esclavizado
y aterrorizado.
El
significado del nombre de Nahúm, “consolador”, tiene un papel importante en el
mensaje del profeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario