LECTURA
DIARIA:
Sofonías
capítulo 3
Sofonías
se refiere en el versículo 1, específicamente al juicio que aguardaba a
Jerusalén: Sus pecados son más abominables que los de Nínive, porque Dios le
había revelado su justicia.
Después
de predecir la destrucción de las naciones circunvecinas, Sofonías regresó al
problema presente, el pecado en Jerusalén. La ciudad de Dios y su pueblo se
volvieron tan pecadores como sus vecinos paganos. El pueblo pretendió adorar y
rendir devoción a Dios, pero en su corazón lo rechazaba y continuaba siendo
indulgente con su pecado.
Señales
de la muerte espiritual de Judá: No obedece a su Dios; no acepta ser corregida;
no confía en el Señor; no se acerca a Dios.
Describe
a sus príncipes como leones rugientes, depredadores en busca de presa; sus
jueces como lobos nocturnos, depredadores que se mueven en la oscuridad de la
noche. Sus profetas traicionan las almas de la gente para obtener provecho. Sus
sacerdotes profanan la Ley corrompiendo su significado.
Mediante
Sofonías, Dios reprende todo tipo de liderazgo en Jerusalén: jueces, profetas y
sacerdotes, debido a su desobediencia, irresponsabilidad e insensibilidad al
pecado.
En
contraste con los judíos pecadores (versículo 2), Dios permanece constante: El
Señor está en medio de ellos; el Señor es justo; el Señor no hace lo malo; el
Señor imparte justicia todos los días; el Señor nunca se equivoca.
Los
israelitas no tenían excusa alguna para sus pecados. Jerusalén, donde se
encontraba el templo, era el centro religioso de la nación. Pero aun cuando el
pueblo no seguía a Dios.
No
sólo Judá no aceptó arrepentirse, sino que siguió pecando diligentemente.
La
justicia prevalecerá, los malhechores se castigarán y los obedientes recibirán
bendición.
Esta
sección es una promesa de salvación para todos los pueblos y para el remanente
de Israel. En su más amplio sentido, anticipa la salvación, tanto de judíos
como de gentiles, por medio de Jesucristo.
Las
características de este pueblo serán: Servir a Dios de común consentimiento,
con humildad, justicia, no mintiendo, no engañando y sin temor.
Dios
se opone a la soberbia y a la altivez de todas las generaciones. Sin embargo,
los pobres y los humildes recibirán bendición, tanto física como espiritual,
debido a su confianza en Dios.
Sofonías
describe la victoria de Dios y su regocijo junto al pueblo redimido. Como
vencedor, él salvará. Su amor se presenta como un sentimiento profundo (callará
de amor). La satisfacción con su pueblo se expresará con cánticos de alegría
(se regocijará sobre ti con cánticos).
El
mensaje de condenación al inicio del libro se vuelve al final un mensaje de
esperanza.
Habrá
un nuevo día cuando Dios bendecirá a su pueblo.
Sofonías
alentó a la nación a que se uniera y orara por salvación, a caminar
humildemente con Dios, hacer lo bueno y escuchar el mensaje de esperanza
relacionado con el nuevo mundo venidero.
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