LECTURA
DIARIA:
Miqueas
capítulo 7
El
profeta viene buscando evidencias de lealtad y santidad, pero no encuentra
nada.
Este
capítulo comienza en penumbra y termina en esperanza. Miqueas observó cómo se
pudría la sociedad que lo rodeaba. Los gobernantes demandaban regalos; los
jueces aceptaban sobornos; la corrupción era universal. Sin embargo, Dios
prometió sacar a su pueblo de la oscuridad del pecado y llevarlo a su luz.
Entonces el pueblo lo alabaría por su fidelidad. Únicamente Dios es
perfectamente fiel.
Miqueas
no pudo encontrar una persona recta en ninguna parte de la tierra. Aún hoy, es
difícil encontrar la verdadera rectitud.
El
pecado afectó a los líderes del gobierno y de la sociedad en general. Engañaron
e incluso arruinaron la familia que es lo fundamental de la sociedad. Como
consecuencia de eso, la única forma de purificar al pueblo era por medio del
castigo de Dios. Esto haría que la nación se volviera a Él y fuera restaurada
desde su interior.
La
forma correcta de confiar y aguardar en el Señor es esperar firmemente en su
misericordia, su salvación y su rescate.
Esta
es la actitud apropiada de alguien que se arrepiente y experimenta un
avivamiento personal. Quien habla, Sion (el pueblo de Dios), expresa su
confianza en Jehová y su comprensión de que el sufrimiento se debe a su pecado.
Miqueas
se dio cuenta de que si era paciente y obediente en el castigo, Dios perdonaría
a su pueblo y mostraría su bondad otra vez. El castigo no significa rechazo. La
nación de Judá era castigada para poder llevar a su pueblo de nuevo a Dios, no
para alejarlo de Él.
Esta
profecía de los milagros extraordinarios que ocurrirían, como cuando el éxodo
del pueblo de Israel, se entiende mejor desde una perspectiva mesiánica. Las
naciones serán avergonzadas cuando comparen los prodigios divinos del Mesías
con su propio poder.
¡A
Dios le gusta ser misericordioso! El no perdona a regañadientes, sino que se
alegra cuando nos arrepentimos y ofrece perdón a todos los que regresan a Él.
Cuando
vivimos en el camino de Dios nuestras vidas comenzarán a afectar nuestros
hogares, nuestra sociedad y nuestro mundo.
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