A VECES RESTAR ES MEJOR QUE SUMAR
Por
naturaleza, el ser humano prefiere sumar, aumentar, y ganar que restar, rebajar
o perder.
No
está malo tener una perspectiva de superación, o sea de querer sumar, aumentar
y ganar. Solo que no siempre lo que deseamos sumar o aumentar es lo mejor. Así
que, en ocasiones, es necesario restar en vez de sumar. Y si en caso pensamos
sumar, agregar, ganar o aumentar, debemos cuidar que será para agradar a DIOS,
crecer en el Señor, y edificar a la iglesia.
Restar
o quitar algo o alguien del lugar al que ha pertenecido por un tiempo no es nada
fácil, pero a veces es necesario cuando ese algo o alguien no están ayudando a
alcanzar el objetivo del grupo o a mantener la identidad que los da conocer.
En
el capítulo 5 de 1 de Corintios, el apóstol Pablo guiado por el Espíritu tomó
la decisión de disciplinar a un miembro de la iglesia, y la disciplina consistió
en quitarlo de la congregación, separarlo de la fraternidad, y eso es restar en
vez de sumar.
Generalmente,
las iglesias y los pastores todo el tiempo anhelan sumar, agregar, y ver crecer
a número y eso no es nada malo. Sin embargo, se pone muy poco interés y
preocupación al crecimiento espiritual o interno de cada miembro. Resultado de
esto, cuando una de estas personas o miembros son encontrados haciendo algo en
contra de la Biblia, del evangelio y de DIOS, con tal de mantener el número de
miembros o que suba, a veces se pasa por alto cosas que DIOS no aprueba.
Pablo
en este capítulo con carácter y firmeza tomo la decisión de quitar al hombre
que estaba afectando, manchando la identidad de la iglesia, y en cierta forma
evitando que DIOS envíe bendición sobre la Iglesia por el pecado que estaba
cometiendo (versículos 3 – 5).
Algo
más grave y triste es que el liderazgo de la iglesia al parecer ya sabía del
incesto que se estaba practicando por parte de unos miembros de la iglesia,
pero no habían hecho absolutamente nada (versículos 1-2,6).
Pablo
aprovecha esto para exhortar a los líderes de la iglesia a limpiarse, y a ser
celosos con la vida de santidad, y a no estar ciegos e ilusionado o empecinados
con el crecimiento número a cualquier costo.
El
crecimiento numérico cuando no es realizado por DIOS no rinde y no perdura,
porque ha sido realizado por la fuerza, el impulso, el deseo y el anhelo
humano.
La
Biblia dice que el crecimiento lo da DIOS (1 de Corintios 3.6), el crecimiento
integral, numérico y espiritual. Así que, nuestra preocupación no debe ser el
de sumar y sumar a como dé lugar, sino simplemente obedecer en santidad, vivir
como DIOS manda que vivamos y del crecimiento DIOS se encarga.
Cuidar
por la vida de santidad, ser celoso por la obediencia y cumplimiento de la
Palabra nos obliga a depurar, restar, quitar, y disciplinar cuando esto es
necesario.
Restar,
quitar, o disciplinar muchas veces es la mejor manera para sumar. La mejor suma
que hacemos es cuando sumamos tiempo para orar, leer la Biblia, asistir a la
Iglesia, ofrendar, evangelizar, ayudar y obedecer a DIOS en todo.
El
principio se aplica a nivel persona, matrimonial, familiar y eclesial.
Si
sumamos, sumemos lo que agrada a DIOS, nos ayuda a crecer en el Señor,
contribuye a la consolidación del matrimonio, y al buen desempeño de la familia
y a la edificación de la Iglesia.
Pero
muchas veces restar, quitar o disciplinar por el pecado será la mejor manera de
sumar.
¿Hay
cosas que debemos quitar de nuestra vida, matrimonio, familia e iglesia porque
no están contribuyendo en nada, al contrario están deteniendo la bendición, y
manchando la identidad cristiana?
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