sábado, 26 de mayo de 2018

Leyendo... Isaías capítulo 42



LECTURA DIARIA:
Isaías capítulo 42

Israel fue previamente proclamado siervo de Dios. El siervo parece ser aquí alguien diferente. El uso que hace el NT de este versículo lo convierte en un texto claramente profético, que se cumple en Cristo. Como tal, es el primero de los cuatro «cánticos del siervo» que evoca a Cristo.
 
Isaías profetiza que Cristo traerá justicia a las naciones sin violencia; alentará a los quebrantados; y no se detendrá hasta terminar su obra. He puesto sobre él mi Espíritu, El Siervo cumplirá la misión que se le ha encomendado a través del poder del Espíritu Santo.
Los versículos 2, 3 y 4 se citaron en Mateo 12.18-21 en referencia a Cristo. El siervo escogido revela un carácter de mansedumbre, aliento, justicia y verdad.
Parte de la misión de Cristo en la tierra es demostrar la justicia de Dios y ser luz para los gentiles (todas las naciones). A través de Cristo, toda la gente tiene la oportunidad de abrazar su misión. Dios nos llama a ser siervos de su Hijo, demostrando la justicia de Dios y llevando su luz.
Tanto a Israel como al Mesías se les llama a menudo Siervo. Israel, como siervo de Dios, tenía que ayudar al mundo a conocer a Dios. El Mesías, Jesús, cumpliría esta tarea y mostraría al mundo a Dios mismo.
Los logros del Siervo convocan a un nuevo cántico de alabanza a Jehová. Cedar era una tribu del área septentrional del desierto de Arabia. Sela parece ser Petra.
La segunda parte del capítulo Isaías pasa a otro tema. Mi siervo (v. 19) es aquí Israel/Judá; esta sección contiene un lamento sobre la desobediencia que dio lugar a la ira de Dios. La cuestión fundamental que condujo al juicio divino fue el confiar en imágenes de fundición.
A causa del pecado y la rebelión, fallaron. Dios envió a su Hijo, Cristo, como Mesías para cumplir su misión en la tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario