viernes, 18 de mayo de 2018

Un momento... LA TOLERANCIA NO SIEMPRE ES BUENA




UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA TOLERANCIA NO SIEMPRE ES BUENA

 La ausencia del respeto hacia los demás, es la explicación para la existencia de personas sin escrúpulos, sin sentimiento, dignidad, moral y valor hacia ellos mismos.

Hay muchas personas en la actualidad capaces de matar al prójimo por casi nada, simplemente porque no les agradó. Hombres capaces de violar indefensas criaturas solo por satisfacer sus apetitos salvajes. Mujeres que sin sentimiento alguno son capaces de abortar o dejar abandonadas a su recién nacido sin darles la oportunidad a que se pueda defender. Hombres y mujeres que sin medir las consecuencias roban, secuestran, envenenan con drogas, o trafican con productos dañinos. Compañías y grandes corporaciones que por el interés de ganar millones de dólares, no toman en cuenta que están poniendo en peligros a millones de personas. Gobiernos que no toman en cuenta a Dios, la Biblia, los valores, y a las mayorías; sino que aprueban leyes que destruyen el valor de toda una generación, o que con tal de mantenerse en el poder permiten la venta de productos que anticipadamente ya saben que son dañinos para la sociedad.
La nueva tolerancia consiste en dar libertad a la razón para que cada persona determine lo que es bueno, correcto y verdadero o no, en vez de someterse a los lineamientos que establece DIOS en su Palabra.
Esta forma de actuar  va de la mano con el pensamiento que todo es válido, donde el fin justifica los medios. Todo lo que hagas mientras tengas en mente un buen fin, no importa como lo hagas. Así que, una persona puede desobedecer, robar, secuestrar, matar y violar si el fin es justificable.
Por ejemplo, ayudar a una organización de niños desamparados, o enviar el dinero a los países más pobres aun cuando ese dinero sea el resultado de un fraude, o un engaño. Llega un momento donde la razón es lo que determina lo que es bueno y lo que es malo olvidándose realmente de lo que es prioridad, de lo que es importante, lo que DIOS manda que se debe hacer, lo que la Biblia ordena que se haga. 
Cuando la razón hace alianza y equipo con los sentimientos en contra de las convicciones, la verdad absoluta, la fe, y la Biblia, es que termina en  caos total la sociedad actual.
En este error llego a caer David como padre al lamentar, llorar y enlutar por la muerte de su hijo Absalón. Una cosa es el amor profundo del padre hacia su hijo al grado de preferir morir en su lugar, pero otra cosa es olvidarse de todos los que lo apoyan, le sirven, lo  siguen, y lo protegen. Hacer eso es actuar según la razón, según la relación de padre a hijo, pero no según las leyes establecidas por DIOS. David era el rey de Israel, su responsabilidad era reinar, y si alguno atentaba contra su reino o su persona, era atentar contra DIOS y su voluntad. Por lo tanto, ese alguien debía ser juzgado y castigado según la ley ordena, aunque fuera su propio hijo. 
(2 de Samuel 18. 28 – 33).
Todos, es posible, que en alguna ocasión hemos caído en el mismo error de David de querer tolerar (cubrir) el error, la falla, la debilidad, la falta, el engaño, el descuido, el berrinche, la niñería, la irresponsabilidad, el mal carácter, la soberbia, el orgullo y el pecado de alguien por ser nuestro hijo o hija, hermano o hermana, esposo o  esposa,  mamá o papá,  tía o  tío, amigo o amiga, novio o  novia, o compañero, el anciano o el diácono, el pastor o la esposa del pastor.
Hacer eso es ir en contra de la ética y la justicia que la Biblia enseña, encubrir o cubrir algo que es pecado con tal de favorecer o evitar algún tipo de reprimenda, es incorrecto, es hacer mal uso de la tolerancia, es actuar con la razón. Es no respetar a DIOS.
Dios les bendiga abundantemente.

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