UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
LA
TOLERANCIA NO SIEMPRE ES BUENA
La ausencia del respeto hacia los demás, es la
explicación para la existencia de personas sin escrúpulos, sin sentimiento,
dignidad, moral y valor hacia ellos mismos.
Hay
muchas personas en la actualidad capaces de matar al prójimo por casi
nada, simplemente porque no les agradó. Hombres capaces de violar
indefensas criaturas solo por satisfacer sus apetitos
salvajes. Mujeres que sin sentimiento alguno son capaces de abortar o
dejar abandonadas a su recién nacido sin darles la oportunidad a que se pueda
defender. Hombres y mujeres que sin medir las consecuencias roban,
secuestran, envenenan con drogas, o trafican con productos
dañinos. Compañías y grandes corporaciones que por el interés de
ganar millones de dólares, no toman en cuenta que están poniendo en peligros a
millones de personas. Gobiernos que no toman en cuenta a Dios, la
Biblia, los valores, y a las mayorías; sino que aprueban leyes que destruyen el
valor de toda una generación, o que con tal de mantenerse en el poder permiten
la venta de productos que anticipadamente ya saben que son dañinos para la
sociedad.
La
nueva tolerancia consiste en dar libertad a la razón para que cada persona
determine lo que es bueno, correcto y verdadero o no, en vez de someterse a los
lineamientos que establece DIOS en su Palabra.
Esta
forma de actuar va de la mano con el
pensamiento que todo es válido, donde el fin justifica los medios. Todo lo que
hagas mientras tengas en mente un buen fin, no importa como lo hagas. Así que, una
persona puede desobedecer, robar, secuestrar, matar y violar si el fin es
justificable.
Por
ejemplo, ayudar a una organización de niños desamparados, o enviar el dinero a
los países más pobres aun cuando ese dinero sea el resultado de un fraude, o un
engaño. Llega un momento donde la razón es lo que determina lo que es bueno y
lo que es malo olvidándose realmente de lo que es prioridad, de lo que es
importante, lo que DIOS manda que se debe hacer, lo que la Biblia ordena que se
haga.
Cuando
la razón hace alianza y equipo con los sentimientos en contra de las
convicciones, la verdad absoluta, la fe, y la Biblia, es que termina en
caos total la sociedad actual.
En
este error llego a caer David como padre al lamentar, llorar y enlutar por la
muerte de su hijo Absalón. Una cosa es el amor profundo del padre hacia su hijo
al grado de preferir morir en su lugar, pero otra cosa es olvidarse de todos
los que lo apoyan, le sirven, lo siguen, y lo protegen. Hacer eso es
actuar según la razón, según la relación de padre a hijo, pero no según las
leyes establecidas por DIOS. David era el rey de Israel, su responsabilidad era
reinar, y si alguno atentaba contra su reino o su persona, era atentar contra
DIOS y su voluntad. Por lo tanto, ese alguien debía ser juzgado y castigado
según la ley ordena, aunque fuera su propio hijo.
(2
de Samuel 18. 28 – 33).
Todos,
es posible, que en alguna ocasión hemos caído en el mismo error de David de
querer tolerar (cubrir) el error, la falla, la debilidad, la falta, el engaño,
el descuido, el berrinche, la niñería, la irresponsabilidad, el mal carácter,
la soberbia, el orgullo y el pecado de alguien por ser nuestro hijo o hija,
hermano o hermana, esposo o
esposa, mamá o papá, tía o
tío, amigo o amiga, novio o
novia, o compañero, el anciano o el diácono, el pastor o la esposa del
pastor.
Hacer
eso es ir en contra de la ética y la justicia que la Biblia enseña, encubrir o
cubrir algo que es pecado con tal de favorecer o evitar algún tipo de
reprimenda, es incorrecto, es hacer mal uso de la tolerancia, es actuar con la
razón. Es no respetar a DIOS.
Dios
les bendiga abundantemente.
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