UN MOMENTO PARA PENSAR EN DIOS
CONOCER
LOS TIEMPOS PARA VIVIR MEJOR
Muchas
personas viven la vida sin tomar en cuenta el tiempo en que están. Viven sin
pensar en la durabilidad de la vida, ni en el cumplimiento de ciertas
profecías, y ni mucho menos en que un día tendrán que morir.
Esto
le pasa a los millonarios que se creen inmortales e invencibles. También les
pasa a los científicos, quienes por estar metidos en tanto descubrimiento, se
olvidan que ellos mismos no pueden alargar ni un tan solo minuto a sus vidas, y
que al final de todos tendrán que dar cuenta.
Les
pasa a los jóvenes, a los famosos, a los deportistas, a las mujeres, a los
hombres, y a todos. Aun a los cristianos nos pasa, de pronto vivimos
inadvertidos, sin tomar en cuenta que nuestra vida llegará a su final, ya sea
porque muramos, o porque Jesucristo vendrá por su Iglesia.
Una
vez, los discípulos preguntaron a Jesús sobre el tiempo y las sazones, y Jesús
les dijo que eso no les correspondía saber a ellos, pues esto solo lo sabe el
Padre.
Mucha
gente vive sin ver los tiempos, la calidad del tiempo a la luz de la proyección
escatológica. Joel profetiza sobre la llegada del gran día, el día de Jehová, y
se refiere al tiempo de sufrimiento para todos aquellos que no quisieron creer
en Jesús como su Salvador. Por supuesto, la profecía de Joel ha de verse en
parte como profecía de doble cumplimiento, porque se cumple de inmediato en el
pueblo de Israel, el cautiverio, y se cumple en la semana setenta de Daniel,
los siete años de sufrimiento, juicio, castigo después que la iglesia es
llevada al cielo por Cristo. Durante ese tiempo, DIOS derrama juicios, tras
juicios y más juicios, al abrir los sellos, al tocar las trompetas, y al vaciar
las copas.
Sera
un tiempo donde, pequeños y grandes, ricos y pobres, hombres y mujeres, intelectuales
y no estudiosos, religiosos y ateos desearan morir y no morirán porque deben
sufrir las consecuencias de su incredulidad.
Según
las profecías, y aunque no se puede precisar, muchas señales indican que la
venida de Jesús está cerca, muy cerca. Pues la inmoralidad se ha incrementado,
la decadencia espiritual ha aumentado, y aun los cristianos no están dispuestos
a sufrir con tal de mantener la sana doctrina (2 de Timoteo 4.1 - 5)
Esto
es lo triste, que aún muchos cristianos están viviendo la vida sin
preocupación, sin aflicción, sin entrega, sin compromiso, con indiferencia, sin
preocuparles que DIOS nos ha dejado en la tierra para darlo a conocer al mundo,
para anunciar el evangelio, para advertir a la gente del día de juicio, para
ayudar a muchos a que no lleguen al sufrimiento temporal y eterno en el
infierno.
Aprendamos
a mirar el tiempo, a analizar la clase de vida que tiene la gente sin Cristo,
la gran erosión de valores, la inmoralidad excesiva, la tolerancia, el
libertinaje, el nivel de pecado, la maldad extrema en todo el mundo y los miles
que mueren cada hora sin DIOS y sin esperanza.
Pero
no solo miremos y analicemos, sino que propongámonos hoy en vivir diferente,
tomar muy en serio la vida cristiana, aprovechar cada minuto para ser fieles a
DIOS, hablar del evangelio, porque cada minuto que pasa ya no regresa y del
buen uso que hagamos del tiempo daremos cuenta.
Ya
no desperdiciemos el tiempo, las habilidades, los recursos y las oportunidades,
engrandezcamos el evangelio, vivamos de acuerdo al tiempo bíblico, a la guía
del Espíritu, al amor grande de DIOS y a las exigencias de la misión de Jesús.
Vivamos
en santidad, Cristo pronto vendrá. Vivamos para Cristo al 100%, hasta con todas
las fuerzas de reservas.
Has
tú la diferencia, vive consciente del tiempo de DIOS.
Dios les bendiga abundantemente.
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