LO MÁS IMPORTANTE ES EL AMOR.
El
amor fraternal es el amor entre cristianos que nace de la obra de Cristo. Es el
que practicamos todos los días en nuestras relaciones recíprocas como iglesia.
Amor ágape es el amor divino y puro, el amor filial es el amor cristiano y
puro, y el amor eros es el amor humano puro que siempre debe ser puro para que
sea amor, pues si no es limpio es otra cosa, menos amor. Es por ello que urge
que nos amemos con sinceridad, honestidad, e integridad.
Jesús
uso la palabra “amor fraternal” y lo demostró con sus obras milagrosas. El
apóstol Pablo usó, practicó y enseñó este tipo de amor con frecuencia.
Juan
combina este amor fraternal con el amor ágape.
¿Por
qué es tan importante el amor fraternal en la vida cotidiana del cristiano?
Porque el amor fraternal es el calor y lo que da sabor a las relaciones entre
los hermanos en Cristo Jesús.
Hebreos
13.1 dice: “Permanezca el amor fraternal”. Este amor es más que un sentimiento,
emoción, atracción, impulso o relación.
En
Apocalipsis 3.17-18 Juan describe a la iglesia Filadelfia, palabra que viene de
filos amor, y adelfos hermanos, amor entre hermanos. Literalmente la palabra
fila es amiga y filo amigo, amor entre amigos.
El
amor fraternal está relacionado con el fruto del Espíritu Santo de Gálatas 5.22-23.
El
amar a los hermanos es la prueban más contundente de que amamos a Dios. (Juan
4.20)
Amar
a Dios es obedecer y cumplir su palabra. Esta relación de amor con Dios nos
capacita para amarnos los unos a los otros con amor fraternal.
Pablo
da tres frases interesantes sobre este amor en Romanos 12.9 – 21.
“El
amor fraternal sea sin fingimiento” “seguid lo bueno” y vence con el bien el
mal”. (Versículo 9)
En
este pasaje se usa ágape para el amor. En el versículo 10 encontramos la frase
central del apartado, “amaos (ágape) los unos a los otros con amor (fileo)
fraternal”, el primero es divino, y el segundo es el fraternal o filial, entre
los hermanos. Solo que el deseo de Dios es que nos amemos los unos a los otros
como Cristo nos amó, que nos amemos como hermanos pero con el amor divino.
Estoy seguro que esto hará la diferencia frente al mundo, porque el amor debe
ser el distintivo de identidad cristiana, y creo con seguridad que eso es lo
que el mundo está necesitando, amor verdadero.
El
amor fraternal es más que una exhortación, es una demanda.
La
Palabra “permanezca” en Hebreos 13.1 es un verbo imperativo que exige respuesta
inmediata. Podría traducirse como “continua” “aguarda”, “perdura”, “permite que
dure y que more filadelfia entre vosotros”. Es una orden expresa a que nos
amemos unos a otros de inmediato. Enseña que debemos estar unidos continuamente
por el sentimiento, el poder interno del amor y la actitud natural del amor.
Todos
estamos capacitados para amarnos porque dentro de nosotros ya está el amor de
Dios, pero todos somos exhortados a desarrollarlo y demostrarlo.
Debemos
amarnos no solo porque la Biblia lo ordena, sino porque es la virtud que
valoriza el ser y el hacer del cristiano y esto es lo que da identidad a cada
cristiano.
Vivir
en un ambiente de gozo, amistad, fraternidad, comunidad, compañerismo,
comunicación asegura la bendición según el Salmo 133.
Lo
que necesita este mundo no son más templos, no son megas iglesias, no son
grandes estructuras, lo que busca este mundo porque es lo que necesitan son
cristianos que amen como Cristo amo al mundo entero, cristianos que se amen
entre ellos mismos, cristianos que con un estilo de vida apegado a la Biblia,
sometido al Espíritu, saturado del amor, y comprometido con la misión de Jesús
hagan la diferencia. Solo así podremos hacer un puente seguro y transitable
hacia el mundo falto del amor verdadero, el amor de DIOS.
Dios
les bendiga abundantemente.
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