LECTURA
DIARIA:
Isaías
capítulo 45
Isaías
continúa refiriéndose a Ciro, de quien se dice que fue ungido en el sentido de
que Dios lo escogió para una misión especial. Por medio de Isaías,
Dios llamó a Ciro por su nombre 100 años antes de que este apareciera, para
probar al rey persa que él, Jehová, era el único Dios verdadero.
Este
es el único lugar en la Biblia donde se le llama «ungido» a un gobernante
gentil. Dios es el poder que está por encima de todos los poderes y El
unge a quien elige para llevar a cabo tareas especiales. El reino de Ciro se
extendió a 3,220 kilómetros (el más grande imperio entonces conocido) e incluía
los territorios de los Imperios Asirio y Babilónico.
Dios
ungió a Ciro porque le tenía reservada una tarea especial que debía realizar
para Israel. Ciro permitiría que la ciudad de Dios, Jerusalén, se
reconstruyera y liberaría a los cautivos sin esperar nada a cambio. Pocos reyes
de Israel o de Judá hicieron tanto por el pueblo de Dios como lo haría
Ciro.
Aquí
hay un diálogo entre Dios y Ciro. Afirma de nuevo que los propósitos
de Dios se cumplen por intermedio suyo (en ti está Dios). Egipto,
Etiopía (al sur de Egipto), y la Arabia sudoccidental ( sabeos ) serían
sometidos; y los prisioneros reconocerían de alguna manera que Jehová trabajaba
por medio de Ciro.
Hasta
este momento, Israel contaba con una salvación temporal, Dios los
salvaría de sus enemigos. Ahora Isaías habla de la salvación eterna con
Dios.
La
salvación es para todas las naciones, no solo para los israelitas. Muchas veces
parece como si Israel tuviera una ruta interna para la salvación. Pero
Dios aclara que los suyos son todos los que lo siguen. Israel tenía que ser el
medio para que todo el mundo llegara a conocer a Dios. Jesús, el Mesías,
cumplió el papel de Israel y dio a cada persona la oportunidad de seguir
a Dios.
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